Hace unos días se publicó la noticia de que, tras una modificación puntual del PGOU por parte del gobierno municipal, se baraja la posibilidad de construir dos nuevos restaurantes de comida rápida, un McDonald's y un KFC.

No puedo opinar, por ejemplo, de qué beneficios fiscales repercutirán en El Puerto, licencias, impuestos y demás. No voy a entrar a valorar que sean multinacionales o no y dónde tributan, o que sean franquicias. Ni siquiera voy a entrar a valorar, o criticar, que los emprendedores de estos negocios vuelvan a ser alguno de los cuatro o cinco empresarios de El Puerto tienen acaparada gran parte de la hostelería, algunos con mucho esfuerzo desde el origen y otros tras haberlo heredado. En cualquier caso, se lo merecen, lo respeto y me alegro.

Lo que no puedo es mantenerme en silencio con el conformismo de esta ciudad, mientras consentimos que la gente, y en especial la gente joven, los que tendrían que estar exigiendo un futuro digno, exigiendo una gestión que mire más allá de la hostelería y, por supuesto, de folclores y fiestas. Ese pueblo que aplaude esta noticia como un triunfo para el empleo portuense, a esos si los tengo que criticar, por muy amigos míos que sean. No paro de leer comentarios de alabanzas para Germán por esto, venga palmas y palmas, ¡Bravo! ¡Arriba! ¡Gracias Germán! ¡Empleo para los portuenses...!



¿De verdad nos hemos parado a pensar en esto? ¿Qué tipo de trabajo nos está ofreciendo estas empresas? ¿Qué familia, o qué joven, que quiere emanciparse puede vivir con un sueldo 700 euros?, y para colmo probablemente contratados por una ETT. Yo trabajé un tiempo en un McDonald's y al menos te contrataba el empresario a través de su sociedad. Ahora es habitual encontrar la división en la plantilla entre gente de "la contrata" y gente de “la casa" o sea del McDonald's. En fin, este es otro tema y no quiero desviarme, pero daría para otra tribuna.

Vivimos en una ciudad dónde no se ha apostado por la vivienda para la mayoría, a los hechos me remito. Hace poco, también nuestro alcalde, nos deleitó con la noticia de la rehabilitación y recuperación del Palacio de Winthuysen, que albergará 39 viviendas. ¿Cuántos trabajadores portuenses van a contratar para esta rehabilitación? ¿Qué persona joven, de 30 años de media, puede comprar una vivienda de estas? ¿quién se lo puede permitir, trabajando en un KFC o similar? Por favor, vamos a pensar bien lo que defendemos o aplaudimos.

Lo que pido es que, con las mismas fuerzas y ganas con las que le tocan las palmas a Germán, se le exija un plan de viviendas para la mayoría, tanto para compra como para alquiler. Actualmente tenemos a Suvipuerto, nuestra empresa municipal de la vivienda, muerta de risa. ¿Cómo es posible que el precio medio de un piso en El Puerto, de 60 metros cuadrados y con mucha suerte con ascensor, sea de 500 o 600 euros?



Hay que apostar por la formación, exigir Centros de Formación en Nuevas Tecnologías y atraer empresas manufactureras y tecnológicas. Germán debe utilizar sus contactos con Teófila o la Junta de Andalucía para esto y no para traer botellones o que privaticen nuestros parques. Y, sobre todo, hay que exigirle que deje de lado la mentira y la manipulación. En ninguno de sus famosos videos hablaba de lo que de verdad nos haría grandes y que El Puerto vuelva de verdad.

El Puerto será grande cuando tengamos empleos dignos con futuro y nuestra gente tenga acceso a una vivienda digna, ahí podremos decir que El Puerto ha vuelto. Hay que ser críticos, y sobre todo tener los pies en el suelo. Esto no es un partido de fútbol y tampoco somos aficionados aferrados a unos colores, pase lo que pase. Tenemos que ponernos serios y exigir sin miedo lo que realmente importa o de lo contrario, estaremos perdidos.