Han pasado ocho días desde que pedí la dimisión irrevocable de Curro Martínez por un atropello mortal en la antigua N-IV de un vecino de Las Viñas por un conductor cuya presunta responsabilidad se dirimirá, respetando su presunción de inocencia, mediante el proceso judicial correspondiente, pero a su vez, es evidente que ha existido un anormal funcionamiento de responsabilidad objetiva del Ayuntamiento y de la Concejalía de Mantenimiento Urbano por no haber arreglado un semáforo que regulaba este paso de peatones que llevaba dos meses estropeado, extremo este, reconocido por el propio Curro Martínez.
Escribía, entonces, que si no dimitía Curro Martínez, en mi opinión, se convertiría en un desecho político, sin moral ni ética pública. Sin embargo, pasado más de una semana, sin haber dimitido, su falta de referentes éticos y morales, pasan de la esfera pública a su esfera personal, y me hace reafirmar en mi posición, de que no es digno de ostentar el honor de ser concejal de El Puerto de Santa María.
Se le ha pedido depuración de responsabilidades por todos los grupos de la oposición, excepto Vox ¿a que espera Vox? Así mismo, algunos vecinos de Las Viñas y la Flave ambién pidieron, en el primer caso, la dimisión de Curro Martínez y en la segunda, que se depuraran las responsabilidades ante la falta de arreglo de este semáforo. Espero que en el próximo pleno ordinario, los grupos políticos soliciten la depuración de responsabilidades de este indigno concejal, y en su caso pidan su dimisión y que en un acto de responsabilidad ciudadana, tanto la Flave como los vecinos, tomen la palabra en el pleno, y mirándoles a los ojos, le exijan responsabilidades que en política solo se dirimen mediante la presentación de una dimisión irrevocable.
Es una vergüenza que este indigno concejal, se escude cobardemente, en la herencia recibida para eludir su responsabilidad. Es una vergüenza que en el pasado pleno ordinario, preguntado por Unión Portuense sobre el arreglo del semáforo del cruce del molino, manifestara que no se podía arreglar en ese momento porque su arreglo costaba 4.000 euros. Es una vergüenza que tras la movilización de ciudadanos de Las Viñas, el pasado viernes ante cámaras de televisión, se procediera ese mismo día a reparar el semáforo de la N-IV para evitar el marketing negativo que tanto le molesta a este gobierno. Es una vergüenza que tras meses estropeado el semáforo del molino, ahora, y tengan en cuenta que el semáforo de la antigua N-IV llevaba dos meses estropeado, menos tiempo que el del molino, se haya encontrado los 4.000 euros necesarios para su arreglo. Es una vergüenza escudarse en la burocracia cuando en una semana se han arreglado los dos semáforos.
En definitiva, en mi opinión, es una vergüenza que sigamos teniendo un concejal indigno.
Como saben, siempre cierro mis artículos solicitando el arreglo de las aceras de mi calle, pero en esta ocasión, mi calle puede esperar. Sin embargo desde aquí, por segunda vez y ante la vergüenza y la indignidad de este concejal, le exijo a Curro Martínez que asuma de una vez su responsabilidad como político y presente de forma inmediata su dimisión irrevocable.
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