Comunicado (Flave).- En el único centro cívico de la ciudad, la situación de dejadez es absoluta, no solo en el mantenimiento de las instalaciones propiamente, sino también en los materiales y/o dispositivos de los que dispone. Así mismo, como ya hizo saber meses atrás la Federación Local de Asociaciones de Vecinos “Sol y Mar”, existe escasez de personal que gestiona y trabaja en dicho edificio público; Una sede que a diario usan cientos de personas, tanto jóvenes que utilizan el aula de estudio, pequeños que disfrutan de la ludoteca, como asociaciones, colectivos o entidades, que usan las diferentes salas para el desarrollo de sus actividades sociales.
A un día de terminar la actual legislatura municipal la ciudadanía sigue esperando que se lleve a cabo el arreglo de los desperfectos existentes en las instalaciones del centro cívico (goteras, baños inutilizables, aparatos de aire estropeados, bombillas fundidas, enchufes inservibles, etc.), acrecentada por la falta de mantenimiento en estos años, junto con el deterioro que presenta el propio mobiliario (sillas y persianas rotas, etc.), y de los dispositivos del servicio de préstamo, como es el caso de un ordenador portátil que hace 5 meses que se llevó a reparar y aún no está arreglado.
Pero no hay que olvidar el exterior de las instalaciones, con los patios interiores llenos de hierba y basuras; los alcorques frente a la entrada principal, algunos de ellos vacíos y otros, ocupados con árboles nada apropiados para un entorno de cemento, como es el caso de un pino, que con su crecimiento adquiere grandes dimensiones y levanta el acerado, como ya ha ocurrido en otros lugares, provocando posteriores problemas; y los escalones de la entrada exterior del salón principal, cuyas losas están totalmente rotas y sueltas, además de estar sin señalizar dichas circunstancias, etc.
Aunque el daño material es importante y muy evidente, no hay que olvidar a las personas, tanto las que diariamente hacen buen uso del edificio, como aquellas que trabajan y desarrollan su labor en esas instalaciones. Estas últimas, sobre todo, han ido reduciéndose cada vez más, llegando en ocasiones a no haber personal, físicamente, en las instalaciones.
Esta situación ya no solo es lamentable para todos, sino que comienza a resultar peligrosa para usuarios y trabajadores, al carecer no solo de personal, sino de un mantenimiento y una conservación dignos, sin que se ponga remedio alguno, ni que se atiendan las reclamaciones de la ciudadanía al respecto.
Desde la Federación se espera que se tomen las medidas necesarias para tener el único centro cívico de la ciudad en las mejores condiciones posibles.