Daniel Bastida (Desde La Pasarela).- Hoy, 28 de febrero, es un día importante para la Patria Andaluza y por ende para nuestra ciudad. El pueblo andaluz celebra una efeméride que hubiera sido más propia, más nuestra, si de entre todos los que representan al andalucismo ninguno se hubiese reafirmado en cada oportunidad en su españolidad, en el sometimiento llorica y en el agravio comparativo con el resto de regionalismos. Y es que en cuarenta años de democracia no ha habido líder andalucista que haya dicho públicamente ante una cámara de televisión que no es español sino andaluz; que Andalucía es una Nación porque lo es; que está en contra de la dependencia de Andalucía en relación a España. Es ahí donde los nacionalismos flojean y favorecen el traspaso de parte de su electorado a quienes ejercen de españoles sin atenuantes ni añadidos. A esto se le suma el descrédito y la postergación padecida durante muchos años hasta la actualidad desde el Estado en su ya cíclico bipartidismo. Actualmente, incluso con la llegada de un nuevo escenario político más ecléctico que nunca, aún perdura la ausencia de alguien que difunda desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados las propuestas del pensamiento de Blas Infante para reclamar para Andalucía lo que era y es su derecho: el autogobierno en el marco de solidaridad entre las diferentes nacionalidades y regiones españolas.
Lejos de hacer un discurso político en estas líneas a favor de un andalucismo más unido que nunca, o sobre la cuestión nacional andaluza, quedémonos con otro portuense que le cantó de la única manera que él sabía, esto es, con la poesía.
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?, se preguntaba el marinero en tierra Alberti; mas el bueno de Rafael se quedó sin respuesta. Carlos Cano decía en La murga de los currelantes en 1977: “Se acabe el paro y haiga trabajo/ escuela gratis, medicina y hospital/ pan y alegría nunca nos falte/ que vuelvan pronto los emigrantes/ haiga cultura y prosperiá“. Justamente lo que pedimos hoy. Ya nadie habla, nadie mira, nadie siente… esta tierra muerta de reacciones e ideales. Aquellos que se sienten los mejores preparados, la vanguardia ideológica, ¿no son capaces de escribir una mala rima que le quite el sueño a más de uno?
Para decir BASTA no son necesarios agitadores asaltamercadonas que terminen en circos televisivos ni salvapatrias de poca enjundia; lo que necesita esta tierra es por fin hombres que con ojos de hombre miren y con pecho de hombres sientan. Alguien que cante bien alto y bien claro para que el corazón del poeta vuelva a palpitar.