En estos días hemos asistido a un hecho lamentable, y es lamentable en todos y cada uno de los aspectos. Recordar lo ocurrido supone contar la historia desde una perspectiva propia, por lo que no habrá ni una sola coincidencia con la propia realidad de cada cual.
Por eso, y retomando el pasado, con hechos ya ocurridos, se puede uno hacer una idea de la sociedad en la que vivimos. La realidad al día de hoy, y ya pasada, es que hay unos titiriteros que están en la cárcel, preventiva supongo, y supongo que no pasarán muchos más, por enaltecimiento del terrorismo… y ahora me pregunto, como es posible que no estén también en la cárcel todos aquellos que se manifiestan a favor de ETA, o que publican panfletos.
Será por el medio empleado… no sé, pero sinceramente me parece un poco ilógico. Pero igual de ilógico me parece que un teatro de guiñol para niños muestres escenas de un Guardia Civil siendo arrastrado por una grúa, o el ahorcamiento de un sacerdote, el apuñalamiento de una embarazada.
Pero si esto es ilógico, aún menos puedo explicarme que personas a las cuales identifico por denunciar que la violencia en la TV debe ser erradicada, vengan ahora a justificar esas imágenes por ser más suaves que un película de Rambo.
Por poner un ejemplo más cercano… que una persona como Kichi, que denuncia que elegir ninfas es una muestra del fascismo más rancio por tener tintes machistas, vea mal que estos señores estén en la cárcel, y que le haga gracia que a niños pequeños se les llene la cabeza de imágenes violentas y moralmente incorrectas me hace pensar en qué piensan. Que vara de medir tienen nuestros actuales gobernantes, esos que aspiraron a puestos de gobierno y ahora aspiran… aspiran lo que pueden de los presupuestos.
Pero esto no es lo peor. Hay normas no escritas, normas de derecho natural y que siempre han sido respetadas, y eso es la inocencia de los más pequeños. Cualquier padre, de la ideología que sea miente, si es preciso, hacen lo que sea, y todo por preservar la inocencia de sus hijos, sabedores de que llegará el día en que tendrán ideas propias, y sabedores de que poco a poco se irán dando cuenta de cuan dura es la vida. Mientras puedan, trataran de que no les falte de nada, de que vivan sus ilusiones, y de que sus únicas preocupaciones sean las propias de un infante de seis años. Sin embargo…o lo hacen adrede o es que no se las piensan.
En Reyes ya asistimos a los esperpentos, en sembrar la duda poniendo mujeres como Reyes que a los niños de corta edad les hacen replantearse serios problemas… porque no podemos olvidarnos de que las prioridades de un niño no son las mismas que las de un adulto, y del mismo modo que hoy nos reímos de problemas que teníamos con quince años, en aquel momento parecía que se hundía el mundo.
Por ello, para mí el problema no es el enaltecimiento del terrorismo por parte de dos payasos (con perdón para estos profesionales) sino que haya personas que tengan una mente tan retorcida como para hacer una función para niños lanzando imágenes que les hacen cuestionarse cosas más propias de adultos.
Y luego vendrán (y siempre resulta que son de izquierdas) y dirán que los cuentos de Andersen no son apropiados para niños porque están cargados de erotismo, prejuicios machistas e incitaciones a la violencia (aun me acuerdo la Ministra del PSOE que quiso acabar con las princesas Disney), pero claro… ahí está la gracia de la vara del titiritero.