Un nuevo episodio de violencia ha vuelto a sacudir la unidad de Salud Mental del centro de especialidades Virgen del Carmen, dependiente del Hospital Universitario Puerto Real. En la tarde de ayer, un usuario que exigía atención fuera de su turno protagonizó una escena de extrema agresividad que acabó con siete trabajadoras —psiquiatras, psicólogas y trabajadoras sociales— denunciando los hechos ante la Policía Nacional y seis de ellas tramitando su baja por ansiedad y estrés.
Según relatan fuentes sindicales, el individuo amenazó e insultó al personal, golpeó el mobiliario y lanzó su propio teléfono móvil contra una de las profesionales, llegando incluso a advertir que regresaría hoy “para cortarles el cuello”.
Como respuesta inmediata, el centro ha incorporado personal de seguridad en la entrada, aunque desde CSIF consideran que se trata de “un parche temporal” ante un problema estructural. “Llevamos más de ocho años reclamando vigilancia permanente en cada turno. Este centro, por su naturaleza, sufre agresiones y amenazas constantes por parte de usuarios con comportamientos violentos”, denuncian desde el sindicato.
El miércoles ya se había producido otro incidente grave, cuando un paciente intentó autolesionarse con un cuchillo al no recibir la medicación que reclamaba de forma inmediata. La rápida actuación de la Policía Nacional, cuya comisaría se encuentra frente al edificio, evitó un desenlace más trágico.
CSIF subraya que los protocolos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) “son inútiles y están obsoletos”, y reclama una actualización urgente que proteja a los profesionales de la sanidad pública. “Los trabajadores y trabajadoras del SAS no merecen ejercer con miedo ni sentirse abandonados por la falta de medidas efectivas”, concluyen desde el sindicato.











