La Hermandad del Rocío de El Puerto de Santa María regresó ayer a la ciudad tras completar su tradicional peregrinación, siendo recibida con emoción y devoción por parte de familiares, fieles y hermandades locales. Desde el recinto ferial de Las Banderas hasta la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros, la comitiva fue acompañada por numerosos vecinos y representantes religiosos.
Durante el recorrido, se realizó la ofrenda floral municipal en el monolito de Las Marías, un momento simbólico en el que participaron el teniente de alcalde de Fiestas, David Calleja, y los concejales Millán Alegre (Hacienda) y Carmen Lara (Bienestar Social). El gesto rindió homenaje a la memoria y el esfuerzo de quienes viven intensamente el Rocío cada año.
El punto más emotivo de la bienvenida se vivió en el interior de la Basílica, cuando los romeros ofrecieron un ramo de flores del coto a la Virgen de los Milagros como muestra de agradecimiento. La Hermana Mayor, Rocío Espinar, expresó su gratitud por el apoyo recibido y destacó la dureza del camino a causa del intenso calor, así como la emoción vivida durante la presentación ante la Blanca Paloma.
Calleja felicitó a Espinar y a su Junta de Gobierno por la organización, reconociendo también la entrega de los romeros y romeras que han participado este año. Asimismo, puso en valor la implicación de otras hermandades portuenses, como la del Olivo, el Nazareno, la Soledad y la Patrona, que sumaron su devoción ofreciendo flores en diferentes enclaves del recorrido.
La devoción rociera seguirá viva en la ciudad con la próxima procesión de la Virgen del Rocío por las calles de El Puerto, un acto muy esperado por fieles y cofrades que cerrará este ciclo lleno de espiritualidad y hermandad.