Un hombre de 32 años ha sido detenido en Marbella por la Policía Local tras haber propinado supuestamente una paliza a su pareja, a la que abandonó semiinconsciente en una playa de esta localidad malagueña y tuvo que ser hospitalizada con múltiples lesiones.
Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 11 de agosto, cuando dos policías que se encontraban en la avenida Severo Ochoa para atender un accidente de tráfico observaron que una mujer trataba de tirarse de un coche en marcha, según han informado este miércoles a EFE fuentes municipales.
Tras una búsqueda por la ciudad y de localizar al presunto agresor, los agentes encontraron a la víctima, de unos 30 años, semiinconsciente en una playa de Marbella donde, supuestamente, la había abandonado su pareja tras propinarle una paliza.
La mujer tenía diversos hematomas, un corte en el mentón y la ropa ensangrentada y, aunque recuperó el conocimiento mientras llegaba la ambulancia, seguía muy desorientada.
De los hechos da cuenta este miércoles Diario Sur, que señala que la mujer iba en el asiento del copiloto y pedía ayuda a gritos al tiempo que intentaba saltar del vehículo.
A los agentes que atendían el accidente no les dio tiempo a perseguir el coche, pero sí retuvieron sus características, por lo que se sirvieron de las cámaras de vigilancia del tráfico para localizarlo.
El conductor llevaba la ropa manchada de sangre, tenía las manos hinchadas y el asiento del copiloto también estaba ensangrentado, por lo que le preguntaron dónde estaba la mujer que habían visto y él les aclaró que era su novia y que la había dejado en la zona de la playa.
Respecto a lo ocurrido, se limitó a manifestar: "Se me ha ido la cabeza", añade el periódico.
Los policías encontraron a la mujer casi inconsciente y observaron en la arena signos de que había sido arrastrada desde otro punto.
El hombre, un español de 32 años, fue arrestado por un presunto delito de violencia de género y denunciado por conducción temeraria. Aunque dio positivo en la prueba de alcohol no fue sancionado porque su tasa se situó por debajo del mínimo establecido, que es de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.