Juan Carlos Sanz (Tribuna libre).- No pretendo hacer esta nota desde la visión política, solo desde la visión humana. En esta vida hay personajes tristes, oscuros, siniestros, retorcidos y manipuladores. Por el contrario y gracias a Dios, también existen grandes personas, entrañables, amables, bondadosas, amigables, que dejan huella y que tienen un gran corazón.
Fernando Durán, pertenece a esta segunda clase de personas, a las grandes. Grande ha sido tu trabajo durante tantos años en la radio de El Puerto, grande ha sido tu forma de ser, tratando a todos por igual y dándole su espacio a cada uno, grande ha sido tu forma de hacer radio sin meterte en conflictos políticos y dando a todos la oportunidad de poder expresar nuestros puntos de vista, grande ha sido conocerte y grande ha sido tener la oportunidad de haber compartido ratos contigo y hacer que nos sintamos como en casa. [Polémica tras el adiós de Fernando Durán a Radio Puerto]
El primer tipo de personas siempre intentan eclipsar a los segundos, sacarlos por la puerta de atrás. Pero los grandes siempre salen por la puerta grande y quedan en el corazón y en la memoria de todos, mientras que los otros pasan por la vida sin pena ni gloria. No se les quiere ni se les respeta y caen en el olvido con la misma rapidez que pierden el poder.
Fernando, quédate con lo bueno que has obtenido durante tantísimos años de trabajo, que son los amigos, el respeto y la admiración de todos los portuenses y la satisfacción de haber podido trabajar en lo que tanto te apasiona.
Ahora te queda disfrutar de ese descanso tan merecido y que te has ganado a pulso después de las innumerables horas que has trabajado a lo largo de esos más de treinta años y no pienses en el personaje triste y oscuro, ya que no merece ni un segundo de tu tiempo.
Desde el Grupo Municipal de Vox, tienes nuestro más profundo y sincero reconocimiento, como profesional y como la gran persona que eres.
El Puerto de Santa María después de tantos años, ha perdido un comunicador excepcional, pero seguirás estando siempre presente en la memoria de todos los portuenses.