Se inicia aquí una sección titulada “El Vaporcito con el cine”, en la cual cada diez días escribiré sobre cine. Desde pequeño, tanto mis padres como luego el colegio salesiano donde estudié el Bachillerato, fomentaron en mí la afición al cine y no había semana que no nos llevaran a ver una película al menos.
Estas experiencias constituyeron los inicios de mi amor al Séptimo Arte, que luego se fue aquilatando con el paso de los años. Escribiré en esta sección de cine actual, antiguo, drama, comedia, de acción, de amor, de vaqueros, español, europeo, oriental o de Hollywood. Eso sí, procuraré que resulte interesante y ameno.
Dos aniversarios gloriosos
Hoy escribo sobre dos películas, con relación a sendos aniversarios. La primera, El Rey León se estrena transcurridos 25 años de su predecesora de igual título de 1994. La segunda película First Man sirve para conmemorar el 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna. Ahí vamos…
EL REY LEÓN (2019). Están de moda los remakes en digital, como el caso de esta película. Segunda entrega tras 25 años del estreno de la obra de título homónimo, también de la factoría Disney. Este film no añade nada a la anterior, salvo la parte técnica. Por lo demás es un calco de la primera. Incluso es menos simpática que aquella.
La dirección de Jon Favreau no es creativa y ni siquiera deja su sello personal, hace lo que le dice la productora. Los personajes son menos expresivos, simpáticos y carismáticos que la versión de 1994. Han quitado o recortado algunas escenas para añadir nuevas aportaciones irrelevantes.
El guion es idéntico salvo episodios puntuales. En fin, estamos ante un remake del cual se habría podido prescindir. ¿Por qué se ha hecho? Siendo bien pensado diría que para aquellas personas que no vieron la del ’94. Pero la razón principal es simple: por dinero. No quita para que la aconseje, sobre todo para los más pequeños.
FIRST MAN (El primer hombre) (2018). Hace ahora 50 años que el hombre puso un pie en la luna, cuando Neil Amstrong dijo aquello de: “Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Esta película cuenta aquella hazaña de la NASA, centrando el relato en la vida de Amstrong.
Es un relato en primera persona que expone un perfil convincente del enigmático personaje y su drama personal, pues había perdido recientemente una hija enferma de cáncer. El director Damien Chazelle conduce la historia como un acontecimiento glorioso, sin olvidar el dolor de un héroe de tristeza infinita.
La aventura estelar y de espacios abiertos está tomada desde el interior claustrofóbico de la nave, soportando junto a los protagonistas, las sacudidas y temblores del artefacto. Esto transmite una sensación de realismo ensordecedor que produce miedo. Melodrama interpretado en su papel principal por un excelente Gosling que se mete en la piel del introspectivo y antihéroe Amstrog. En la película se echa en falta algo más de épica y un poco menos de tragedia personal. Pero retrata muy bien una hazaña que significó un salto al vacío que se llevó a cabo con gran incertidumbre, dadas las limitaciones técnicas del momento.
En resumen, película en la cual podemos reconocer la grandeza de este emprendimiento en forma de drama pausado, lento en ocasiones.