La Academia de Bellas Artes Santa Cecilia acogió anoche la conferencia “Palabras de libertad, ni quiero, ni debo, ni puedo olvidar”, ofrecida por Teresa Jiménez-Becerril Barrio, presidenta de honor de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, adjunta al Defensor del Pueblo y exdiputada nacional y europea.

La ponente, hermana de Alberto Jiménez-Becerril y cuñada de Ascensión García Ortiz, asesinados por ETA en Sevilla en 1998, asistió acompañada por su sobrina Clara y el esposo de ésta, Alejandro, en un acto cargado de memoria y reivindicación de la libertad.



Durante el encuentro, los tenientes de alcalde Javier Bello y Millán Alegre transmitieron su apoyo a la familia y elogiaron el compromiso de Jiménez-Becerril en defensa de la dignidad y justicia para las víctimas del terrorismo.

En su intervención, Teresa Jiménez-Becerril relató cómo su hermano Alberto, licenciado en Derecho e Historia y concejal en Sevilla, y su cuñada Ascensión, procuradora, fueron asesinados con apenas 37 años, dejando tres hijos pequeños. Recalcó que las víctimas de ETA “han sido todos los españoles” y que el objetivo de la banda fue atacar la democracia y el Estado de Derecho.

Quiero que mis palabras sean palabras de libertad”, afirmó, insistiendo en la necesidad de que las nuevas generaciones conozcan el pasado y el daño causado, con más de 850 asesinatos y miles de heridos y extorsionados, así como el exilio forzoso de más de 100.000 personas del País Vasco.

Jiménez-Becerril denunció que aún existan crímenes sin resolver, criticó los homenajes a terroristas en el País Vasco y expresó su rechazo a los acuerdos políticos con formaciones que no condenan el terrorismo. Su testimonio fue despedido con un largo aplauso de los asistentes.