La Federación Local de Asociaciones Vecinales (Flave) ‘Sol y Mar’ ha participado este lunes en la movilización convocada por la Marea Blanca a las puertas del centro de salud Ángel Salvatierra, en defensa de una sanidad pública de calidad y en rechazo al cierre en horario de tarde de dos centros de salud portuenses durante el verano.

La junta directiva de la Flave se ha unido a colectivos sociales y vecinos para denunciar lo que consideran “un atropello del gobierno andaluz”, señalando que no es aceptable reducir servicios sanitarios justo en la época del año en que la población de El Puerto se duplica, por la llegada de turistas y residentes temporales. Concretamente, los centros afectados serían Ángel Salvatierra y la Casa del Mar, lo que limitaría seriamente la capacidad de atención sanitaria por las tardes.



Desde la federación se alerta de que esta decisión de la Junta de Andalucía responde a una estrategia de recortes y privatización, en lugar de apostar por el fortalecimiento de los recursos públicos. “La sanidad pública es la que nos concierne a todos los ciudadanos y no se puede seguir menospreciando”, han señalado.

La Flave ha querido agradecer la respuesta ciudadana durante la concentración, y ha expresado su deseo de que la administración autonómica reconsidere esta decisión, advirtiendo que, si no hay cambios, se intensificarán las protestas. “Si hace falta, saldremos todos: los 90.000 portuenses y los 200.000 que seremos en verano”, afirman desde la organización vecinal.

Este será ya el tercer año consecutivo, según denuncia la Marea Blanca, en que se aplican estos cierres parciales en verano. Por ello, la Flave anima a la ciudadanía a “hacer más ruido” para evitar que la Junta imponga de nuevo su criterio “sin diálogo ni sensibilidad”.

Además, recuerdan que El Puerto cuenta con cinco centros de salud: Pinillo Chico, Ángel Salvatierra, Federico Rubio, Manuel Álvarez y la Casa del Mar, y que cerrar dos de ellos por la tarde supone sobrecargar aún más a los profesionales de los otros tres. “No pueden ningunearnos ni degradar los servicios hasta convertirnos en una ciudad de tercera”, lamentan.