El Secretario General del Partido Popular de El Puerto, Javier Bello, quiere hacer públicas las constantes malas formas de Vox en El Puerto, destacando la última.
Ante las inminentes elecciones al Parlamento Europeo del próximo domingo día 9 de junio, los concejales Vox han querido enturbiar la gestión del alcalde Germán Beardo, denunciándolo ante la Junta Electoral de Zona; donde según Vox, el alcalde incumplió la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, en el acto organizado por la Casa de Galicia.
Como viene siendo habitual, explica Bello “Vox intenta poner zancadillas, ensuciar la imagen de cualquier miembro del Gobierno de la ciudad e incluso impedir que expedientes tan importantes como la seguridad en El Puerto puedan salir adelante, pero una vez más demuestran que su visceralidad y posicionamiento contra el Partido Popular de El Puerto les nubla la coherencia y le impulsa a actuar sin medir lo que hacen. Tanto que ha sido el propio juzgado el que les dice que “en el contenido de la denuncia no quedan acreditados los hechos denunciados, no se concretan los logros a los que aluden desde Vox, por lo que no puede considerarse que Germán Beardo haya vulnerado la LOREG”.
Vox ha querido acusar al alcalde de hacer declaraciones donde se aludían logros obtenidos desde la administración local, y por tanto tacharlo como una persona que no respeta las normas en los periodos electorales, pero sin embargo la Junta Electoral de Zona confirma que el primer edil de la ciudad no ha vulnerado el artículo 50 de la ley orgánica. De ahí que como es lógico haya archivado la denuncia, “puesto que no tenía ninguna razón de ser”.
El Secretario General del PP, Javier Bello, solicita a Vox y en este caso a su portavoz Fito Carreto, que abandonen la crispación y el revanchismo hacia el Gobierno de la ciudad, porque lo único que consiguen es demostrar una vez tras otra que Vox no trabaja buscando el bien general de nuestra ciudad, sino tramando cómo dañar la imagen del alcalde o de cualquier miembro del Partido Popular para tratar de arañar algún votante que termine creyéndoselo.