“Nuestra harina El Vaporcito siempre apoya la cultura, el deporte y el arte”.

Dev Patel es un actor muy conocido desde 2007 cuando aparece por vez primera en la serie televisiva Skins. Luego participaría en más de veinte películas y series, algunas de ellas muy conocidas como Lion (2016); El Exótico Hotel Marigold (2011); o El caballero verde (2021).

Hoy me referiré a la primera obra en que oficia de director y de actor: Monkey Man (2024); y dos en las que fue intérprete de éxito: Slumdod Millionaire (2008), de D. Boyle y L. Tandan; y Hotel Bombay (2018), de A. Maras.

MONKEY MAN (2024). Baba Shakti (Deshpande), un cruel gurú de la cercana ciudad de Yatana, envía a Rana Singh (Kher), un corrupto jefe de policía, para echar a los aldeanos y quedarse con sus tierras. Mientras el pueblo es arrasado, Neela (Kalkunte) esconde a su hijo Kid en la parte alta de su modesta casa. Rana encuentra a Neela, la viola y la mata, mientras Kid es testigo de todo.

Lo que sucede después: un relato bien contado

Lo que viene luego es un ejemplo de cómo contar una historia en la que hay de todo: amor, odio, luchas, persecuciones, desigualdad social, etc.

Cuando han pasado unos años, Kid es un joven que vive en Yatana y se gana la vida en un club clandestino de boxeo llamado Tiger’s Temple, usando una careta de mono. Recibe golpes y le pagan por perder.

Kid desea vengarse de Baba, que sigue su ascenso político, y del policía asesino Rana. Ambos suelen frecuentar "Kings", un burdel dirigido por Queenie Kapoor (Kalsekar), mujer peligrosa.

Kid consigue infiltrarse en Kings en un trabajo de camarero y se hace amigo de Alphonso (Tripathy), un gánster al cual le cuenta su oficio de luchador y le ayuda a ganar una apuesta importante.

Kid acaba herido y rescatado por Alpha (Sharma), el guardián de un templo local cuya comunidad está siendo atacada por el movimiento político de Baba. Allí, Kid se entrena a fondo para ser un luchador de gran nivel. Se desliza la cosa por sangrientas y vistosas luchas espectaculares, con sensacional coreografía de golpes y cuchilladas.

Algunos aspectos técnicos

Patel dirige, también es protagonista e incluso se atreve con la producción. Patel es una fuerza a tener en cuenta en el futuro como una estrella ágil y musculada de pelis de acción, y como alguien con habilidad detrás de la cámara.

El reparto es bueno y equilibrado, con actores y actrices encabezados por un Patel sensacional; Pitobash Tripathy es el mafioso Alphonso; Vipin Sharma, el buen sacerdote Alpha; o Sikander Kher es el pérfido policía Rana; todos muy bien.

Magnífica la música de Volker Bertelman, una banda sonora anacrónica, que inyecta un tono de humor negro en la violencia. Sensacional la fotografía de Sharone Meir, textura en la imagen y mucho movimiento de cámara.

Luchas y violencia espectacular sin fin

La cinta es una película de acción y también es un estudio del personaje, un hombre que ha quedado destrozado y está tratando de reconstruirse para hallar justicia.

Pero no es sólo él; hay toda una subclase oprimida atacada por sus creencias religiosas, explotada, para que los ricos se hagan más ricos y los menesterosos continúen como casta pauperizada.

La película cuenta con un equipo estelar de especialistas para el doblaje de episodios de lucha y de acción. Cada movimiento, desde que un personaje es lanzado por el aire hasta que hace cualquier remolino imaginable, golpes secos, cuchilladas o disparos y otras batallas aéreas, son perfectamente ejecutadas y sabiamente coreografiadas. Patel en excelente forma física.

Patel que se ha convertido en un hombre ágil y musculado que sabe utilizar su poder atlético. Se ve que se ha pegado una buena paliza para rodar estas escenas. Y lo hace con ímpetu y elegancia.

En ese proceso hay superación y esfuerzo del personaje, hay oscuridad, con el flashback ininterrumpido de tantos recuerdos tormentosos, imágenes crueles e incluso silvestres.

La batalla final es apoteósica y es esta parte la que hace que tras una parte media un tanto calma, la peli remonte el vuelo para de nuevo entrar en golpes, disparos y piruetas furiosas.

La película derrocha convicción y alma, gracias a la pasión que Patel pone en ella, tanto en la dirección como delante de la cámara. Una Patel rutilante estrella del cine de acción.

Concluyendo

A Patel todo le sale bien en esta película en la que el personaje va creciendo y madurando hasta convertirse en un guerrero letal. Para ello ha recorrido un camino iniciático, transformarse interiormente, soportar adversidades, superar el dolor y alcanzar su objetivo.

Hay folklore, crítica y denuncia social, violencia extrema vistosa y algunos elementos de humor. Patel ha derrochado talento. Además, se ha dejado la piel. Merece el éxito y la taquilla.

Más extenso en revista ENCADENADOS.

 

HOTEL BOMBAY (2018). Fue en noviembre de 2008 cuando doce ataques de terroristas paquistaníes, reivindicados por un grupo islamista de nombre “Muyahidines del Decán”, dejaron 173 víctimas mortales en Bombay.

Uno de los lugares atacados, en cual se centra el filme, fue el hotel de lujo Taj Mahal Palace. Para los empleados del hotel la máxima fundamental era: “El huésped es Dios”. Podemos ver y vivir con angustia el terror de los clientes y la defensa y apoyo heroicos de los empleados para salvar al mayor número de ellos, en un asedio que duró días.

El australiano Anthony Maras retrata con el desamparo y la tragedia de hombres y mujeres acorralados y tiroteados sin piedad; un thriller de acción y violencia que se es cine de género y, además, con cierta intención de compromiso contra la barbarie de los terroristas que obedecen las órdenes de una voz diabólica que les habla permanentemente por el teléfono móvil en nombre de Alá. Ritmo vibrante y el poder visual de escenas horribles, crean sensación de asfixia.

Buen guion de John Collee y A. Maras que refleja de forma artera una experiencia cargada de pánico, siendo además muy difícil hacer ficción con un hecho tan verídico como sangriento y cruel.

El reparto es bueno, sobresaliendo Dev Patel, que hace una actuación muy buena, con la angustia reflejada en sus profundos ojos de camarero Sij. Armie Hamer y Nazanin Boniadi, muy bien como matrimonio con un bebé. Jason Isaacs es un exmilitar ruso; o Anupam Kher, el sensato jefe de cocina. Un reparto que traslada la turbación de estar en una ratonera cercada por criminales fanáticos.

Las escenas de violencia están rodadas de manera cruda y realista, con más imágenes pavorosas de asesinatos que la mayoría de slashers, a sabiendas de que se trata de un suceso real que significó un fuerte shock para la India y para el mundo civilizado.

El principal problema de la película es que, aparte de los estereotipos sociales y culturales típicos-tópicos que aportan poco, no se observa reflexión política o social y, tras finalizar el metraje, el espectador puede legítimamente preguntarse qué sentido tiene lo que cuenta Maras.

Quizá Maras meramente ha querido impactar a los asistentes. Solo que esta historia es veraz y está extraída de la crónica más negra de la reciente historia del mundo. Está construida en base a docenas de entrevistas de personas que vivieron los acontecimientos.

Ejercicio de tensión in crescendo que consigue conmover y dejarte aplastado en la butaca durante 125 minutos.

Más extenso en revista ENCADENADOS.

 

SLUMDOG MILLIONAIRE (2008). Interesante película de Danny Boyle y Loveleen Tandan, con guion de Simon Beaufoy que adapta una novela de Vikas Swarup.

El resultado es una cinta muy entretenida y emocionante sobre el muchacho Jamal Malik (Patel está sensacional), un adolescente de los suburbios de Bombay que participa en un popular programa para hacerse millonario a través de preguntas.

Cuando el muchacho está a punto de conseguir el máximo premio, es interrogado por la policía, por la sospecha de que esté haciendo alguna fullería, pues Jamal tiene una respuesta acertada para cada una de las preguntas del programa.

Idea superlativa para una película buena, movida por la intriga. Emocionante y compleja, conmovedora y estimulante. Hay color, sonido y dinamismo en una trama que mantiene hasta el final la emoción.

Si la ves, que darás pegado a la silla, con vívidas imágenes de la India nueva y antigua, estupenda fotografía de Anthony Dod Mantle, acompañada de una sensacional música de A.R. Rahman.

Peli buena sobre los programas de TV, la duda y honestidad de un muchacho muy competente y preparado. Espeluznante, inolvidable, llena de vida y graciosa.