En el apasionante mundo de la animación, existe una tira de cómic llevada a la televisión en forma de dibujos animados sobre la relación amor-odio entre un ratón y una gata enamorada. El ratón Ignacio y la Gata Loca, donde esta última además de magullada, era víctima de un ladrillazo para terminar quedando flechada por la perversa puntería de su panzón opresor. Un amor que representa la utopía misma del sadomasoquismo. Y es que, en realidad, La Gata Loca, traicionando el instinto aventurero de su especie, será de Ignacio hasta la muerte; y cómo no ha de serlo, si cada ataque la hace literalmente ver estrellas, quitándole en razón lo que gana en afecto. Bondadosa hasta la santidad, la amorosa e inocente minina será siempre antídoto y ejemplo para contrarrestar las perfidias del malogrado roedor, ambicioso, egoísta, cínico, violento, revoltoso, corrupto, misógino y antisocial. En resumen, un antihéroe de verdad.
En El Puerto, las obras para la construcción del proyecto ‘Ciudad Amable’, han logrado que los vecinos de la céntrica calle Alquiladores hayan visto recompensado su amor por quienes les gobierna en forma de una montaña de adoquines en medio de la calle por la parte que colinda con Misericordia. No, no se trata del impacto de un misil en un país en guerra como le pareció oír y sentir a una vecina cuando se descargó “el regalito” de toneladas de pedruscos a la vera de su dormitorio. A plena luz del día y con alevosía…
Este grave perjuicio ocasionado a estos sufridos portuenses que llevan varias semanas padeciéndolo y que afecta también al paisaje del centro histórico durante estos meses estivales de mayor afluencia turística, no es otra cosa que el proyecto pasillo amable que cuenta con un presupuesto de 800.000 euros, procedentes en su totalidad de fondos europeos. Las obras deberán estar concluidas en noviembre puesto que hay que justificarlas ante Europa en diciembre de 2023, jiji .¿Les recuerda a algo esto de los plazos? Ay, el fantasma de Pozos Dulces rondando de nuevo por Peral…
No se entiende bien como se mantienen desperfectos urbanísticos como baches, socavones, deterioro del mobiliario urbano, alcorques en mal estado y etcétera mientras se pretende estar en la vanguardia del atractivo turístico y se solicita la adhesión al programa de 'Ciudades Amables' de la Junta de Andalucía. A tal efecto, la Ciudad Amable constituye una iniciativa que aspira a desarrollar acciones de mejora de la calidad del espacio urbano otorgando mayor protagonismo, seguridad y comodidad al peatón y al ciclista, es decir, lo inverso a lo que hacen nuestros políticos que además se atreven incluso mediante comunicados a acusar al ciudadano de espíritu derrotista ya que "debemos todos empujar en una misma dirección para llegar al Puerto que queremos". ¿Hacia dónde nos llevan ellos con la dejadez que sufre la ciudad y con despilfarros económicos como el de una pasarela que ni las ratas cruzan?
Ojalá, algún día, el ya clásico inmovilismo y ceguera de los habitantes de esta ciudad revierta porque esto sí que es “más me pegas, más te quiero”.