El pasado año me cogió casi recién llegado, instalado en pleno centro, a menos de tres kilómetros del recinto donde se celebra la feria de primavera y… del Puro Latino.
De todos los nombres con que se le bautiza me quedo con el de Puro Ruido, pero simplemente porque yo soy más de Albano y Romina, seguidor de Domenico Modugno, Riccardo Coccinante, Umberto Tozi, Rita Pavone, etc.
Nunca me sentí identificado con la música actual, con ritmos repetitivos y absurdos, pero bueno, hace algunos años fui joven, me sigo divirtiendo, de otra manera, pero bebí en la calle, monté escándalos, oriné en las aceras, amé donde pude. Visité festivales que para algunos fueron desenfrenados, ejemplos de una juventud decrepita; monté escándalos, grité de felicidad a las cinco de la mañana. Desperté a los que tenían que trabajar, y algunas veces, no pude levantarme hasta bien iniciado el día.
Eran tiempos en que me llamaban gamberro, maleducado, inconsciente e incivilizado, y solo por el simple hecho de ser un joven que quería vivir al límite, sin problemas, y preocupado solo por cosas que hoy me parecen ridículas. Fui joven, y les aseguro que no me arrepiento de nada absolutamente de nada, ni de molestar ni de ser insultado. La juventud pasa rápido, y solo lo que vivimos nos hace ser los hombres y mujeres que seremos.
El Puro Latino para algunos es algo parecido al infierno de Dante, la mayor aberración política organizada para fastidiar a una parte de la sociedad. Para mí es solo encauzar nuestros sentimientos y deseos.
Desde mi balcón veo pasar a jóvenes, a cientos de jóvenes, con botellas, sin botellas, todos con ilusión y ganas de pasarlo bien. Luego veo a algunos volver camino de la estación como si vinieran de una guerra, destrozados y felices, borrachos, pero quien no se ha emborrachado alguna vez, quien no ha sido joven, aunque algunos vivieran una juventud igual de amargada que su madurez.
Esto no es ni un triunfo, ni un fracaso de nuestros gobernantes, es el imperio de la juventud, que para mi tienen muy mal gusto musical, pero bueno, eso decían de nosotros hace bastantes años, cuando fuimos jóvenes. Pero viendo los videos que suben, viendo sus caras al marchar y al volver, solo puedo decir que siento nostalgia, sana envida, y no me cabe duda de que si hubiera un Puro Nostalgia, sería el primero en reventar la noche, y me daría igual si molesto o no. Feliz Puro Latino.