La época estival es estupenda para plantearnos el proyecto de un huerto doméstico, pero una preocupación recurrente es qué pasará con las plantas cuando acabe el buen tiempo, ya que la mayor parte de este tipo de cultivos deberá esperar hasta el año siguiente para volver a cosechar.

Una buena opción es mantenerlos gracias a la instalación de invernaderos, que nos permitan disfrutar de la jardinería, incluso fuera de temporada. Consiguiendo sabores auténticos y con el valor añadido de que provienen de nuestro propio huerto.

En este artículo, te contaremos más sobre este sistema que puede ayudar a mantener el huerto activo todo el año y daremos consejos para elegir el invernadero que mejor resultado pueda dar en nuestro jardín.

Los principales tipos de invernaderos domésticos

  • Invernadero tradicional: es aquel que tiene forma de casa en miniatura, es apto para todo tipo de plantas y de estructura fija. Se caracteriza por permitir el paso de la luz de forma muy eficaz y se puede encontrar en diversos materiales como el cristal o en un plástico transparente llamado policarbonato.
  • Invernadero túnel: que lleva este nombre debido a su forma, está constituido por un marco de acero galvanizado y una funda plástica. Una de sus virtudes es que es muy fácil de montar y es posible moverlo.
  • Invernadero adosado: su instalación se hace contra una pared, una de sus cualidades es que es bueno para almacenar el calor y los cultivos están menos expuestos al viento.
  • Mini invernadero: se suele utilizar para la plantación de semillas o la reproducción mediante esquejes y además es una buena opción para proteger a las plantas más pequeñas de las heladas. Gracias a su tamaño reducido son ideales para un balcón o terraza.

 

Consejos para elegir el mejor invernadero

  • Debemos asegurarnos de que disponga de un buen sistema de ventilación.
  • Asegurarnos de que las medidas son las adecuadas para el espacio del que disponemos y las necesidades de tipo de cultivos que albergará.
  • Es importante, que el tamaño de la puerta permita el paso de las plantas y de los utensilios de trabajo.
  • Que tenga un buen soporte y un sistema de anclaje fuerte.
  • Informarnos sobre la normativa local para la instalación de invernaderos.
  • Elegir un material resistente a la intemperie, podemos encontrarlos con estructuras de madera, metal o acero galvanizado. Las paredes pueden ser de polietileno o policarbonato, ambos son buenos aislantes, pero el metacrilato es más resistente y por lo tanto tendrá una vida útil más larga.
  • Un factor clave es asegurar la accesibilidad para que podamos trabajar de forma cómoda, así como sacar y meter material sin dificultad.

 

En conclusión, contar con un invernadero nos permitirá mantener nuestro huerto durante todo el año, por lo que no tendremos que renunciar a la cosecha en los meses de frío. Además, en el mercado existe una variedad para cada necesidad y adaptable a cualquier espacio.

Cultivar plantas en un huerto doméstico es un hobby ecológico y muy beneficioso para la salud tanto de la familia como del planeta, así que te animamos a probarlo.