No son pocos los que comenzaron el jueves de Feria mirando al cielo, y es que, las previsiones daban desde un 40 a un 70% de lluvia. Pero ni el mal tiempo han conseguido cancelar las ganas de Feria de Primavera y Fiesta del Vino.

Por tanto, y aun mirando al cielo, han sido muchos los valientes que, lejos de cancelar sus mesas, tanto en las casetas como en restaurantes y bares fuera de la Feria, han continuado con sus planes. Y no se equivocaron, porque el agua no ha hecho acto de presencia, y todos los valientes que han pisado el recinto ferial han podido aprovechar sin que apareciera la enemiga de la que todos renegaban.

Ha sido el día de los encuentros de mujeres, por lo que han sido muchos los grupos de amigas o compañeras de trabajo que se han animado a pisar el recinto ferial para comer y alargar la jornada hasta que el cuerpo ha aguantado; pero también de grupos (en general) de amigos o compañeros que aprovechan este día para darse un festín, especialmente los de los colegios e institutos.

Sin duda, un día esperado, puesto que parece que los portuenses tenían infinitas ganas de pisar la Feria, de que llegara la fiesta por antonomasia de la ciudad, y que tanto se anhela. Pero que, desde la pandemia, no se disfrutaba con despreocupación, porque el año pasado las tasas de contagio eran muy preocupantes aún.

Ha sido un día de aguantar hasta que el cuerpo se rinda, para volver a casa a ser posible de noche, y con los deberes hechos: haber disfrutado de los descuentos de las atracciones, haber disfrutado un poco de los caldos y la gastronomía feriantes y dar un paseo por las casetas favoritas (premiadas o no).

Y también de aprovechar para sacar del armario los vestidos de flamenca, o incluso estrenar los recién adquiridos este año, de bailar sevillanas sin descanso, y beber rebujito. Ha sido un día para abrazar a los que no vemos durante todo el año, y a aquellos con los que quedamos para disfrutar de un ratito de grata charla.

Y además, de guardar fuerzas para el segundo día de Feria, que aún quedan muchos planes por cumplir.