El concejal de Cultura del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, David Calleja, señaló el pasado viernes, en el transcurso de la presentación del sexto poemario de Francisco Lambea Bornay, “La vida cómplice” (Sial Pigmalión), que tuvo lugar en la Fundación Alberti, que el autor posee “una gran sensibilidad” que le lleva a sentir la necesidad de expresarse poéticamente.
El edil mostró su aprecio personal y profesional por Lambea, miembro del gabinete de prensa del Ayuntamiento de El Puerto, jugando con el título del libro al apuntar su “complicidad” con el periodista, al que agradeció su labor. Calleja indicó también que las reflexiones poéticas poseen la ventaja de su brevedad para aquellos que no disponen de excesivo tiempo para la lectura y manifestó su deseo de que los lectores disfruten de un trabajo en el que el poeta aborda parte de su trayectoria pasada y presente y también consideraciones sobre diversos ámbitos.
Francisco Lambea explicó que “La vida cómplice”, una composición de cien poemas, todos en verso libre excepto un romance, dibuja una suerte de autobiografía en la que recorre los principales acontecimientos de su vida, que nace en Villanueva de la Serena (Badajoz) (“Bajo el cielo de aquel sábado/ entre las calles dispuestas/ a la palabra del invierno,/ la nobleza de la vida que se estrena”), donde transcurre su infancia y adolescencia para, finalizados los estudios universitarios en Madrid (“ese mágico territorio en que los sueños/ ruedan anónimos sobre el asfalto”), arribar a El Puerto de Santa María, lugar en el que permanece desde entonces, “anclado al noray/ de tres de tus hijos”, agradeciendo “tu malecón en el océano/ incierto de los días,/ tu tierra firme/ contra todo naufragio”.
El autor, además, se pronuncia sobre temas tan distintos como la informática, la cocina o la lucha contra el olvido, en un recorrido en el que no faltan la presencia del mar, la Semana Santa o la Feria de Primavera. Bajo el prisma de entender la existencia, tal y como señala en su prólogo, “como una cosa seria, pero a la que no hay que mirar de continuo con ojos solemnes”, Lambea, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, aseveró tender una mirada tierna, con la asunción de quien, cerca ya de los 54 años, dedica el poemario “A esa complicidad que siempre le pedimos a la vida”.
Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión, recordó cómo conoció al escritor hace más de veinte años en la propia Fundación Alberti, cuando la entidad acogía las jornadas de “Poesía última”, junto a la vinculación que Lambea inició con la editorial en 2007, con la publicación de “Meditación de tu nombre”, a la que seguirían, en el mismo sello, “Densidad del labio” (2011), “El corazón de los días” (2014) y “Tu luz sobre el olvido” (2018), volúmenes que, junto con “Estampas familiares” (2008, EH Editores) conforman su producción lírica.
Rodríguez Cañada, que se refirió también al común origen extremeño, expuso que Francisco Lambea Bornay va, de una manera paciente, cuajando una carrera literaria que lo avala y a través de la cual fija los momentos clave de su vida y de su entorno.