El virus del Nilo Occidental da lugar a una infección que en la mayor parte de los casos no provoca síntomas o son muy leves. Sin embargo, en un 1% de los casos la enfermedad es grave al afectar al sistema nervioso central. El agente trasmisor es el mosquito común, por lo que la forma de prevención es tratar de evitar la picadura, utilizando repelentes y aplicando medidas como eliminación de aguas estancadas, por ejemplo, en macetas, donde los mosquitos dejan los huevos. Los primeros casos este año de esta infección en España se han registrado esta semana en Andalucía.
En España la aparición de casos de infección por el virus del Nilo Occidental es esporádica y muy reducida. Sin embargo, el año pasado se registró un incremento de casos como nunca hasta entonces se había visto. Según los expertos, la no adopción de medidas de control frente a los mosquitos consecuencia del confinamiento y la restricción de actividad en el país durante meses debido a la pandemia por Covid-19 pudo tener como consecuencia la proliferación de mosquitos en mayor medida de lo habitual y con ello el aumento de casos, según explica Fernando Salvador, adjunto del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d`Hebrón, de Barcelona.
En 2020 se registraron en España más de 70 casos de infección por Virus del Nilo Occidental, entre confirmados y probables.
Los datos demuestran la importancia de adoptar medidas de control frente a los mosquitos. Las medidas para protegerse frente a la enfermedad incluyen:
- Usar repelentes.
- Utilizar mosquiteras.
- Eliminar aguas estancadas, por ejemplo, en maceteros o barreños, que los mosquitos utilizan para poner sus huevos.
- Evitar permanecer al amanecer y al atardecer, que es cuando los mosquitos están más activos, en ambientes exteriores donde proliferan estos insectos.
Y es que, aunque en la mayor parte de los casos las personas infectadas no van a presentar síntomas o éstos serán muy leves, en un 1% de los casos la enfermedad será grave, explica Salvador.
Cuando la infección es leve, lo habitual es que los pacientes ni siquiera lleguen a consultar con un médico “y el cuadro resulta autolimitante, desaparece sin más”, indica este especialista. En estos casos los síntomas suelen ser:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Aumento de los ganglios.
- Erupción.
Sin embargo, en algunos casos la infección puede afectar al sistema nervioso central, causando meningitis o encefalitis, "que son ya cuadros graves que pueden provocar el fallecimiento del paciente. Se estima que un 10% de los casos graves fallecerán”.
No está claro por qué en unos casos la infección cursa sin síntomas y en otros puede dar lugar a casos graves e incluso fatales. “Puede ser que quizá haya algún tipo de inmunosupresión detrás de la mala evolución de la enfermedad, así como que haya cepas de virus más virulentas que otras, pero no hay unos factores de riesgo claramente establecidos y que la infección dé lugar a una enfermedad grave puede ser solo cuestión de probabilidades”, precisa Fernando Salvador.
Actualmente no existe ningún tratamiento antivírico específico para el tratamiento de esta enfermedad y lo que se puede hacer únicamente es dar medicación de soporte para el abordaje de los síntomas.
De aquí la importancia de tratar de reducir el riesgo de picadura del mosquito que trasmite la enfermedad. El reservorio del virus del Nilo Occidental son las aves, que mantienen vivo el virus, mientras que el vector, es decir, el agente trasmisor es el mosquito del género Culex pipiens (mosquito común) que puede trasmitir la infección cuando pica a humanos, a equinos y a otras aves, “manteniendo así vivo el ciclo”.
En España el área de aparición más frecuente de casos de infección por el virus del Nilo Occidental es el sur, dado que confluyen varios fenómenos como son la mayor presencia de aves en migración procedentes de África, donde la circulación del virus es mucho mayor, así como por temperaturas más elevadas que favorecen la proliferación de mosquitos.
Para diagnosticar la infección por el virus del Nilo Occidental cuando la infección es grave lo primero que se hace es descartar las causas más frecuentes de meningitis o encefalitis, que suelen ser el virus del herpes simple, de la varicela y los enterovirus, y si los análisis dan negativo entonces se realizan las pruebas para el virus del Nilo
El del Nilo Occidental pertenece a la familia de los flavivirus, como el del dengue o el de la fiebre amarilla, que son arbovirus trasmitidos por artrópodos. La presencia de estos virus es mucho más frecuente en países de África, América y Europa del Este. Sin embargo, explica Salvador, el aumento de las temperaturas asociado al cambio climático puede conllevar un aumento de casos en países donde hasta ahora su aparición era anecdótica.