Muchas veces la memoria es corta y selectiva pero la hemeroteca no perdona, y acaba por poner a cada cual en su lugar. Y nos referimos con esto a todos aquellos políticos -y aprendices de políticos- que entre 2014 y 2015 se pusieron detrás de aquellas conocidas pancartas de “No a los parkings”, oponiéndose al proyecto de los aparcamientos subterráneos proyectados por PP y PA en el entorno de la Plaza de Toros y en Pozos Dulces.
Más de ocho años han pasado desde que el tripartito de izquierdas se hiciera con la Alcaldía (entre 2015 y 2019). Un tripartito formado por el PSOE de David de la Encina, IU con Antonio Fernández y la marca blanca con la que se presentó Podemos a las elecciones municipales de 2015, Levantemos (precisamente, en donde Javier Botella fue concejal, muy a pesar de su "difusa" memoria). Ocho años han pasado desde que la izquierda portuense utilizara de trampolín hacia el poder la cantinela del “No a los parkings”, sin olvidarnos de otra cantinela de la que ya ni siquiera se molestan en nombrar, aquella de “Apemsa no se vende”, que ni se vendió ni se perdió. Y es que, hasta se atrevían por aquel entonces a afirmar en la prensa, sin pudor alguno, que “aprobar la construcción de los parkings sería un fraude electoral”.
Más de ocho años y cuatro alcaldes después, será finalmente el PP de Germán Beardo el que ponga solución al tremendo fiasco orquestado entre zancadillas de unos y mentiras de otros, en Pozos Dulces. Si bien no se construirá finalmente el aparcamiento, al menos sí se adecentará la cubierta acabando con esa triste imagen de la entrada de El Puerto, que ni siquiera la izquierda portuense pudo solucionar en los cuatro años en los que gobernó. [El parking de la Plaza de toros de El Puerto, el proyecto que se quiere tumbar]
Ni Enrique Moresco (PP-PA), ni Alfonso Candón (PP-PA), ni David de la Encina (PSOE-IU-Levantemos), fueron capaces de dar solución a una patata caliente que fue politizada por unos y utilizada como arma arrojadiza por otros para su exclusivo rédito político, aunque ello supusiera pisotear el futuro de El Puerto de Santa María.
Y en este contexto, ya con las obras comenzadas este lunes, de nuevo la izquierda portuense, esta vez con PSOE, IU y Unión Portuense en lugar de Levantemos (Podemos), vuelve a tratar de sacar rédito político de lo que entienden no es una solución adecuada, sino que ahora se debe construir sí o sí el polémico parking. Ahora ya no es "un fraude electoral".
Precisamente, los mismos que se ponían tras las pancartas de “No a los parkings”, los mismos que pusieron mil trabas para evitar que se construyeran, los mismos que se auparon en el poder en 2015 utilizando esta cantinela como palanca; son ahora los que se quejan amargamente en las redes sociales y reclaman al gobierno local que cumpla lo prometido y construya el parking. Sin duda es la hipocresía al cuadrado, envuelta además en mentiras de nuevo cuño, aireadas por los palmeros y vientres agradecidos de unos y otros, que únicamente buscan confundir y crispar a la ciudadanía afirmando que “se han enterrado 10 millones de euros”.
No, ni se han enterrado 10 millones de euros, ni le costará el dinero a los portuenses el arreglo de Pozos Dulces, por más que lo repitan una y otra vez desde la izquierda, una mentira, mentira es, por mucho que se repita. Y es que, es Ged Capital como propietaria del 50% de la sociedad Impulsa Aparca, la que tendrá que devolver al Banco Europeo de Inversiones el dinero que haya perdido (otra cosa será cuando los gestores de los fondos europeos le reclamen judicialmente a David de la Encina responsabilidades por su gestión). Por lo que el arreglo de Pozos Dulces saldrá precisamente del aval de Impulsa Aparca, y no del Ayuntamiento portuense, muy a pesar de PSOE, IU y Unión Portuense, que se quedan sin más argumentos que exigir al PP que construya el parking “como prometió”. Tremendo, el perro del hortelano se les queda corto.
Evidentemente, la izquierda portuense, y en especial el PSOE con un cadáver político a cuestas como es David de la Encina al que simplemente van a inmolar en busca de mejores oportunidades futuras, no puede tolerar que de aquí a seis meses -y justo antes de las elecciones de 2023- el problema que ellos mismos crearon en Pozos Dulces pase a ser una solución, mejor o peor; pero una solución, aportada por el gobierno de Germán Beardo.
No, esta vez la izquierda que en 2015 empuñaba aquellas pancartas contra los parkings no podrá volver a utilizar Pozos Dulces como arma para crispar y enturbiar las próximas elecciones municipales, por más mentiras y palmeros que sumen a su causa o renieguen de sus orígenes políticos. A nadie engañan ya ante lo que fue el auténtico fraude del "No a los parkings", y que por fin tendrá una solución definitiva.