El portuense de adopción Pedro Alamillos es un médico preventivista y del trabajo que se encontraba en su ansiada y merecida etapa de jubilación pero, debido a la situación de pandemia provocada por la llegada del covid-19, se ha reincorporado a su profesión.

“La experiencia está siendo buena, pero dura. Hemos pasado complicadas y largas jornadas de trabajo"

Alamillos se ha acogido al decreto que permitía al personal sanitario volver a estar en activo, siendo su destino Ceuta, el Hospital Universitario. “Supe que en el servicio sanitario de Ceuta hacía falta personal. Había dos médicos, uno se marchó a la península, y otro se había quedado solo, y estaba de guardia desde noviembre”. Asegura que “los especialistas están muy solicitados en la época de pandemia, me pidieron ayuda, y acudí”. Una decisión de la que no se arrepiente.

Así, Alamillos lleva desde el 9 de febrero de 2021 en esta situación, y destaca que “la experiencia está siendo buena, pero dura. Hemos pasado complicadas y largas jornadas de trabajo, momentos de preocupación, porque la situación se nos iba de las manos, pero no miedo. Especialmente yo, porque mi trabajo ha estado más centrado a asesorar, coordinar y dirigir”.


Su idea era “volver a estar en contacto con mis compañeros. Está siendo duro e intenso”. Y confía en que “esta situación se alivie, y no estar mañana, tarde y noche con guardias y esperando a que nos llamaran para incorporarnos porque la situación empeoraba”.

Para este médico gaditano, lo positivo de estos casi dos años de pandemia “son las personas. Ver llorar a un compañero porque ha fallecido un paciente o ver el miedo y la culpabilidad en sus caras al pensar que habían trasmitido el virus a otros es aterrador, pero es positivo. Porque cuando terminas, ves que te agradecen el esfuerzo que has hecho, y es un aliciente para continuar. A pesar de doblar turnos. No esperaba que esta situación durara tanto, porque inicialmente terminaba el 9 de mayo, pero se puede alargar hasta el 31 de diciembre. Y la mente está (en Ceuta), pero los huesos, no tanto”, explica.

A pesar de todo “estoy encantado allí, hay mucha gente de Cádiz, y estoy feliz ejerciendo mi profesión de médico. Pero también se hace un esfuerzo a nivel familiar, aunque también pienso que estamos haciendo un bien par la comunidad y eso me alivia”. Además, médicos como Alamillos tienen otra función en Ceuta, y es formar a unos doce médicos y enfermeros, que están haciendo sus prácticas para incorporarse al mundo laboral. “Es una labor muy importante para el futuro de la profesión”.

Ceuta “es una ciudad muy similar a El Puerto en número de habitantes, con unos 85.000, con la singularidad de su localización, de ahí la ida y venida de gente, sobre todo de Marruecos, que linda con Ceuta”, y que tan de actualidad se encuentra en el momento. Alamillos confiesa que Ceuta no ha vivido una situación como la actual, que se recuerde. “Llegan grupos de personas, pero no esta avalancha”.

Pedro Alamillos en el Hospital Universitario de Ceuta. / EA

“Ante la invasión que se ha vivido en la última semana”, lo sensato, opina Pedro Alamillos, y conociendo las autoridades las peculiaridades de esta ciudad autónoma, “era la vacunación masiva de la ciudadanía, como pedimos a través de un manifiesto. Pero no nos hicieron caso”. Lo ideal es que la campaña de vacunación hubiera sido mayor en Ceuta que en la península, “pero no nos mandaron esas vacunas. Tenemos las proporcionales a la población que tiene Ceuta, como el resto de España. Pero ante la invasión lo sensato es estar protegidos”.

De la situación vivida con la llegada de habitantes de Marruecos, unas 8.000 personas, según las cifras que se barajan, “hemos vivido momentos críticos. Ha sido insólito, no ha ocurrido nunca. Se han colado grupos, pero nunca tanta gente como hasta ahora. Casi todo han sido chavales de entre catorce o dieciséis años. Y aunque los propios ceutís han tenido algo de miedo, les han ayudado, dándoles comida, mascarillas y los han atendido. Pero he de decir que la incorporación del Ejército ha sido efectiva, porque los dispositivos de Policía Nacional y Guardia Civil que envían nunca son suficientes, por desgracia”.

Entre los grupos masivos de marroquíes que han llegado a Ceuta “ha habido casos de personas que han acudido al hospital. De coronavirus no se podía hacer prueba a todo el mundo, pero se hizo a uno que presentaba síntomas y que dio positivo, y que se escapó del hospital estando infectado. Y luego, entre los grupos de menores, había diez positivos más”, a los que se atendió siguiendo el protocolo covid.

Y esta invasión, como la define Alamillos “ha provocado dos fallecidos, por ahora. Uno por traumatismo, que llegó al hospital casi fallecido, y otro que murió ahogado”.

Con todo, hasta el momento “llevamos una semana a cero, la incidencia más baja que hemos registrado. Pero esta semana veremos el resultado de la invasión, a ver si hay más casos a consecuencia de la misma. Hemos conseguido el 35% de habitantes vacunados, pero aún queda”, considera.

Pedro Alamillos confiesa que “la situación vivida en Ceuta” a raíz del coronavirus “ha sido nueva para mí”. Y como “especialista en medicina preventiva he sido epidemiólogo para el Ayuntamiento de Barcelona; he sido testigo de los primeros casos de Sida en Gibraltar; he vivido situaciones de emergencia cuando la explosión de un barco en el Campo de Gibraltar, pero nunca como esta, que ha sido una situación continuada que hemos vivido intensamente”.


Este médico también habla sobre temas de actualidad como la finalización del estado de alarma, que ha provocado que la gente (especialmente los jóvenes) se eche a la calle sin control o sin tomar las suficientes medidas de prevención, a pesar de que el coronavirus sigue latente. “Desde el punto de vista del que trabaja en mi sector, no se comprende, porque parece que no se enteran de que sigue habiendo muertos, de que sigue habiendo ingresados, de que hay economías y negocios que se han perdido, y sin embargo, hay esa explosión en las calles”.

Con todo, admite que “entiendo la parte de explosión en el sentido de que la gente, cuando se acaba el estado de alarma, entiende o cree que esa situación más adversa ha terminado, pero hay que recordar que no se ha vencido a la pandemia, sigue estando”.

Un mensaje a los jóvenes

Especialmente, Alamillos lanza un mensaje a los jóvenes. “Que tengan cuidado, porque son los que más ingresos protagonizan, porque la enfermedad sigue y el peligro continúa. Debemos estar en guardia todavía, porque la solución está llegando, pero no está aún al completo”.

Pero la pandemia tiene una cara b, que no es otra que la del avance científico. “Es impresionante, como profesional no paro de sorprenderme, de que en menos de un año se hay conseguido fabricar una vacuna, ponerla en marcha y distribuirla”. Pero en este mismo sentido tiene una queja, y es que “habría que hacerle más caso a los profesionales de la salud”. De hecho, explica que “he estado asesorando al Gobierno de Ceuta desde el principio de la pandemia, por eso me impliqué mucho más con Ceuta. Pero no se nos ha hecho todo el caso que se debería, aunque el tiempo nos ha dado la razón en lo que aconsejábamos que se hiciera o se pusiera en marcha. Cuando decíamos que había que cerrar, no se cerraba. Para mi gusto ha habido falta de reflejos entre que se comunica la decisión técnica y se lleva a cabo, tres semanas después. La mayor parte de las decisiones se han tomado tarde”.

De ahí que Pedro Alamillos tenga una idea muy clara, “la salud pública es lo primero, y debe ser pública”, aunque suene a tópico. “Defendemos que haya un único organismo europeo”, para que haya unidad entre las decisiones que se toman.

Finalmente, este médico se refiere, de forma clara, a otra especie de gripe aviar que se está dando en China, según distintas noticias. “El paso de los animales a los humanos es continuo y cada vez parece más asiduo. Ahora nos enteramos de la transmisión, antes no. Igual que el virus que estamos sufriendo. Esta transmisión es continua, sobre todo ocurre donde hay interconexión entre el medio rural y las personas. El virus que se da en los animales se adapta a las personas. Y ocurre comúnmente. Por eso hay que invertir en salud pública, porque hay que poner el ojo en lo que pasa en otros países. Y así, evitar que lleguen a nosotros. Igual que con la inmigración, que hay que trabajar en el país de origen para paliar sus consecuencias”.