Seguimos viviendo en una sociedad sexista y patriarcal en la que se continúa priorizando el talento masculino al femenino. El mundo del deporte no se escapa de esta discriminación, que sigue siendo visto mayoritariamente como un mundo de hombres y para hombres. También es así en disciplinas como el baloncesto, al que España ha dado jugadores como Pau Gasol. La mayoría, en cambio, no sabríamos nombrar a una jugadora, y no porque no haya profesionales femeninas de alto nivel.

Pese a haberse desarrollado casi a la vez, parece que el baloncesto femenino tiene que demostrar mucho más que el masculino para despertar el interés de los aficionados a este deporte. Antes de que Begoña García, a la que dedicaremos este artículo, debutara en la NBA lo hicieron otras como Amaya Valdemoroo Elisa Aguilar. También han venido otras detrás, como Anna Cruz, pero si algo tienen todas ellas en común es haber confirmado que la cancha de baloncesto también es un lugar para las mujeres.



Los inicios de Begoña García

María Begoña García Piñero, el nombre completo de nuestra protagonista de hoy, nació el 1 de marzo de 1976 en la ciudad andaluza de Cádiz. 36 años después, acabaría su carrera como jugadora de baloncesto profesional. ¿Pero cómo llegó a convertirse en uno de los nombres más importantes del básquet femenino español? Se inicio en este mundo con solo 14 años, cuando entró a formar parte del Cádiz Club Baloncesto. Empezó jugando al equipo júnior, pero con esfuerzo y mucho talento consiguió ascender y pasar a la categoría sénior del club.

Eso llamó la atención del Club Deportivo Ensino de Lugo, que en 1996 la llamaron para unirse a su equipo femenino. Con 20 años, Begoña García fue presentada con una de las mejores oportunidades de su vida, participar en la Liga Femenina de Baloncesto, y la supo aprovechar. Sus 1,70 cm de altura no le impidieron debutar en la máxima competición de clubes de España, a la quesiguió jugando hasta 2012.

Una trayectoria llena de éxitos

En la selección de España.

Tras su debut en la Liga Femenina de mano del Deportivo Ensino, García siguió jugando con el equipo gallego hasta la temporada 2001/2002. A lo largo de esos años, por mala suerte no consiguió ningún título nacional, pero su paso por él fue más que suficiente para demostrar todas sus capacidades con el balón. Es más, ese tiempo con la camiseta del Deportivo Ensino fue justo lo que necesitó para que ojeadores y entrenadores se fijaran en ella y la llamaran para ir a la NBA.

En 2002, la mejor liga de baloncesto profesional del mundo le dio la que, sin duda, fue la gran oportunidad de su vida. Jugar en la WNBA es un sueño al alcance de muy pocas y aquella niña que se imaginaba emulando a sus ídolos lo terminó consiguiendo. Se fue ese verano a Michigan sin olvidar sus orígenes y su vida en Cádiz. Después de disputar ocho partidos con las Detroit Shock, volvió habiendo sido la tercera española en participar en la mayor competición estadounidense.

En Europa, le esperaban diez años más como jugadora profesional. Tras un breve paso por la liga italiana, donde consiguió varios títulos, volvió a nuestro país fichada por el Txingudi de Fuenterrabía. En 2008, se fue a Rusia, pero un año después decidió retirarse en España y acabó su carrera en el Unión Navarra Basket. A esas alturas, ya había cumplido también su sueño de jugar las Olimpiadasde Atenas de 2004 y había conseguido el quinto lugar en el Mundial de 2002 con la Selección Española.

Más allá de la cancha: el presente de Begoña y las apuestas

Cuando Begoña jugaba, el mundo de las apuestas online no gozaba de la popularidad actual, y mucho menos las apuestas al baloncesto americano. Quizás no fueron muchos los que desde un principio ser hubieran aventurado a imaginar el futuro que le esperaba a la gaditana en esta disciplina deportiva, pero los que sí lo hubieran hecho se podrían haber llevado una buena compensación económica. A día de hoy, las apuestas deportivas están tan presentes como el propio deporte, y es gracias a jugadoras como Begoña que un gran número de usuarios siguen disfrutando de ellas.

Ocho años después de retirarse, Begoña García trabaja en la Federación Española de Baloncesto, donde utiliza todos sus conocimientos del mundo del básquet para encontrar nuevos talentos y entrenar las categorías inferiores del equipo nacional femenino. Aunque no es lo mismo que calzarse las botas cada día, es una muy buena manera de seguir vinculada con aquello que más la apasiona, el baloncesto, y al mismo tiempo ayudar a las nuevas generaciones. Quién sabe, quizás entre ellas se encuentre la próxima española que pase por la NBA.

Begoña García, un ejemplo a seguir

Puede que la trayectoria de Begoña García no sea la misma que la de Pau Gasol, pero teniendo en cuenta que partía de una posición desventajada por el simple hecho de ser mujer, a esa niña de Cádiz que soñaba en ser como Nacho Solozábal no le ha ido nada mal. Seguro que en algún lugar de España, hoy, hay también una joven que sueña con poder seguir los pasos de la gaditana.