Desde la Pasarela.- El sábado noche ya no es lo que era. Ni para Travolta ni para los ciudadanos de El Puerto de Santa María que gustan de disfrutar de bares y del ‘copeteo’ nocturno. Se acabó el noctambulismo para muchos/as pues toca recogerse antes, cual cenicienta que huye veloz a su domicilio antes de que se rompa el hechizo. Algunos lo hacen en manada con cubata en vaso de plástico en mano, otros con la imagen en la cabeza de aquella chica o chico con el que cruzaron miradas pero ahí quedó todo por falta de tiempo. Otra vez será, no preocuparse. Y es que no queda otra, son estos malos tiempos para muchas cosas que antes sucedían con normalidad durante un fin de semana cualquiera.



Es sabido que ni la hostelería ni la celebración de espectáculos son la causa del repunte de casos de la enfermedad, la segunda ola era previsible porque durante la desescalada no se tomaron las medidas pertinentes tras el duro confinamiento de la primavera. Fue como abrir las puertas al Kraken sin advertir de las consecuencias que podía tener no ser precavidos. Posiblemente el panorama podría ser distinto si existiese la verdadera figura de un líder político, alguien que mediante un discurso claro, realista y conciso hubiese logrado concienciar a la gente del peligro existente. “Hoy tenemos bajo control la pandemia. Hay que salir a la calle, hay que disfrutar de la nueva normalidad recuperada”, dijo alguno…

Al pueblo se le ha mareado bastante con ciertos discursos irreales y confusos, y si a esto se le une la irresponsabilidad de algunos sectores de la población que ha introducido el maldito microorganismo en los hogares de los abuelos pues no sorprende en absoluto lo que está sucediendo en un otoño que muchos pensaban sería el de la recuperación económica y el de la tan esperada vacuna. Ilusos... y todo ello a un mes escaso de la campaña navideña que se prevé será la misma de siempre pero con la ruina añadida del toque de queda, aunque nos dicen que esta vez tendremos más luces navideñas y una Cabalgata de Reyes estática (sic)… ¿Las zambobas las piensan emitir en streaming?

Pues lo dicho, son malos tiempos para la lírica y para el crapulismo. En un nivel de crápulas “responsables” estarían muchos que han optado por adelantar su horario y salir por la tarde, ese fenómeno denominado “tardeo” que estaría mejor si la oferta de ocio lo acompañase y siempre con las medidas de seguridad pertinentes. Y he puesto “responsables” entre comillas porque procuran no morir con ninguno de sus vicios aunque ya no pueda ser cenar dos veces o tres ni pasarse la noche hablando cubata va, cubata viene. Tampoco puede ser ver como algunos de nuestros políticos van a cenas importantes y se hacen fotos sin mascarillas ni distancias -para dar ejemplo-, o esos otros que lo mismo te cuelgan “afotos” con los colegas de marcha en un concierto que con el chaleco fosforito impidiendo el acceso a la ciudad. Hedonismo en otro nivel.