Leocadia Benavente (Tribuna libre).- Un mes más tarde de denunciarlo Vox, el equipo de Gobierno de Germán Beardo ha tenido que terminar “hocicando” y reconocer que las atracciones de Valdelagrana son ilegales, que carecen de Autorización para la Ocupación de Suelo Público, así como de Licencia y que la Declaración Responsable presentada por el empresario en el Ayuntamiento no es suficiente para ese tipo de actividad.
En este mes, hemos asistido atónitos a las actuaciones de varios responsables que nos dan muestra de los personajes que están al frente de nuestro gobierno municipal. Hemos sabido que el concejal de Fiestas, Calleja, informó a los vecinos de que las atracciones se ponían porque la empresa que las explota iba a instalar una atracción espectacular en Navidad. Ese deseo parece que está en el origen de la connivencia que ha habido con este empresario.
También hemos visto como el portavoz del PP, Javier Bello, y el coordinador de Urbanismo, Pedro Serrano defendieron al empresario diciendo que tenía una Declaración Responsable Firmada, haciéndolo sinónimo a tener licencia. Con esas manifestaciones dejaron claro que o son unos trileros o de urbanismo no tienen ni idea, ambas cosas muy graves teniendo en cuenta que de uno depende la ocupación del suelo público y del otro la coordinación de urbanismo.
También hemos visto como el Sr. Bello acusaba a la oposición de que sus mentiras tenían las patas muy cortas, aunque ahora se ha visto que lo corto ha resultado ser su credibilidad. Hemos leído a la concejal de Urbanismo Danuxia Enciso, arremetiendo contra la oposición y sólo empezar a decir la verdad cuando ha visto la posibilidad de ser investigada penalmente por estos hechos. A su reciente comunicado sobre la tramitación de las actividades del verano reconociendo que todas, también las del río, se iniciaron sin licencia, sólo decir que “no hay más preguntas Señoría”.
Hemos comprobado lo que entienden algunos por servicio público con los correos del Sr. Muñoz Leonisio, Intendente Jefe de la Policía Local, pidiendo a los agentes que no se acudiera a solicitar la documentación a las atracciones sino que se dedicaran a tareas administrativas.
Pero al que no hemos visto es al alcalde asumir ninguna responsabilidad ni entonar el mea culpa por engañar a los portuenses y de alguna manera también a los feriantes. Estamos a un tris de que el empresario de las atracciones empiece a cantar los acuerdos a los que llegó con Calleja, que es ese concejal que le advertía a mi portavoz que hacíamos el ridículo porque las atracciones tenían todo en regla y se iba a demostrar. ¡Ay señor Calleja, en fiestas es el número uno pero en humildad es usted el último de la fila! Bueno, compitiendo con todos los anteriormente nombrados.