EL PUERTO.- Muchas eran las propuestas para celebrar este día tan importante para la Iglesia Católica, mucha incertidumbre, pero después de tantas dudas El Puerto supo estar a la altura y se rindió a los pies del Santísimo.
Un aforo máximo de 450 personas, en santuario diocesano morada de una virgen morena llamada Milagros y unas ganas inmensas de ver a Dios vivo en la ciudad.
Eran las ocho de la tarde y la cita comenzaba con buena entrada, feligresía engalanada y presentable para tal acto, pues la ocasión no merecía menos. Autoridades presentes, clero, hermandades, consejo local de hermandades y cofradías, y un equipo de gobierno al completo, fruto del querer dar lugar a un día tan importante en la ciudad y para una entidad como la Iglesia Católica.
Don Diego Valle Serrano, Párroco de nuestra basílica menor ofició la misa junto a los demás sacerdotes de nuestra localidad, haciéndola emotiva, sencilla y amena para que todo el mundo entendiese la importancia del “Corpus Christi”.
Un altar engalanado con centros de flores, y motivos ornamentales para realzar atril, ambón y mesa de celebración.
Durante la consagración el organista deleito a la feligresía con el himno nacional, mientras los fieles se acercaban para recibir el cuerpo de cristo.
Después de la eucaristía se procedió a la particular procesión del Santísimo en el interior de la Basílica, formada por los sacerdotes, mientras que la feligresía con mucho cuidado y precaución, se quedó esperando pacientemente en sus sitios para ver el transcurrir de la custodia bajo el palio de respeto por las naves del templo.
Una estampa inédita, una celebración tan arraigada en nuestra ciudad marcada por una pandemia jamás vivida por los presentes, donde nos marcara un antes y un después. Esperamos de corazón que el próximo año podamos volver a la normalidad y desearles a la población Portuense que de nuevo viva con ilusión y ponga tanto empeño para inundar como cada año las calles del centro, con altares, romero y sobre todo Fe.