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Estamos en fechas de coronavirus, de pandemia, fechas en las que todos podemos ver desde nuestras ventanas las calles vacías, noticias alarmantes de todo tipo o imágenes que querríamos pasaran pronto.

El cine, con su inventiva, tiene en su haber una colección de películas que hablan sobre la temática de las epidemias. He pensado que estas líneas podrían servir como forma de exorcizar nuestros temores en esta época de incertidumbre y angustia. Es cuestión de “logoterapia”, la terapia a través de la palabra, aunque sea palabra escrita para que luego cada cual reflexione y tome perspectiva.

Este artículo tiene dos partes: en la primera me referiré a películas del género epidemias de ficción. En una segunda parte comentaré películas de contagios reales.

Cine sobre epidemias: ficción

PÁNICO EN LAS CALLES (1950). Dirigida por Elia Kazan, cuenta la aventura de cazar a un criminal antes de 48 horas, pues el cadáver tiene la peste neumónica, que puede contagiar a la población. Estupendo reparto (Richard Widmark y Paul Douglas) y un thriller elegante de acción y pánico.

 

 

 

 

LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA (1971). Dirigida por Robert Wise e interpretada por Arthur Hill y David Wayne, habla de un terrible microbio que causa estragos en el mundo. Un clásico de la ciencia ficción que cuenta con un interesante diseño de producción.

 

 

 

 

 

 

 

 

LA PESTE (1992). Película dirigida por Luís Puenzo que adapta la novela de Albert Camus. Interpretada por William Hurt y Sandrine Bonnaire. Cuenta la epidemia de peste en una ciudad; ello hace aflorar los sentimientos más nobles pero también los peores.

 

 

 

 

 

 

 

 

ESTALLIDO (1995). Dirigida por Wolfang Petersen y protagonizada por estrellas como Dustin Hoffman o Morgan Freeman. El ejército USA descubre en un poblado en Zaire, un virus mortal parecido al Ébola que está diezmando a la población y corre riesgo de expandirse.

 

 

 

 

 

 

 

 

SOY LEYENDA (2007). Dirigido por Francis Lawrence y protagonizada por Will Smith y Alice Braga. El virólogo Robert Neville es inmune a un virus hecho por el hombre y trabaja duro para crear un antídoto mientras se defiende de los mutantes originados por el virus, que son vampiros sedientos de sangre.

 

 

 

 

 

 

 

EL INCIDENTE (2008). Dirigida por M. Night Shyamalan, está interpretada por Mark Wahlberg y Zooney Deschanel. Cuenta de cómo en los EE.UU., la gente se está suicidando en masa. El profesor Elliot Moore observa que el origen de esta pandemia se relaciona con una neurotoxina liberada por las plantas.

 

 

 

 

 

INFECTADOS (2009). Ópera prima de los hermanos Álex y David Pastor. Un virus se ha extendido por toda la tierra mientras cuatro amigos se retiran a la playa para refugiarse de la pandemia. Pero empieza a surgir la desconfianza entre ellos. Buenas interpretaciones de Chris Pine y Piper Perabo y tensión a raudales.

 

 

 

 

 

 

 

CONTAGIO (2011). Película de Steven Soderbergh sobre una catástrofe basada en la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010. Un virus que amenaza con extenderse a todo el orbe. Cuenta con actores como Marion Cotillard, Matt Damon y Kate Winslet. Thriller tan veloz como una gripe.

 

 

 

 

 

 

 

GUERRA MUNDIAL Z (2013). Dirigida por Marc Foster e interpretada por Brad Pitt, habla sobre un virus que convierte a las víctimas en zombis. Gerry Lane (Pitt), un trabajador de Naciones Unidas, acepta colaborar para erradicar la epidemia.

 

 

 

 

 

 

 

 

CORDON (2014-2017) (TV). Serie de TV de 20 capítulos, dirigida por los belgas Tim Mielants y Eshref Reybrouck, donde una variante de la gripe aviar se abre paso por Amberes. Las autoridades se ven forzadas a sellar una parte del centro de la urbe con un muro.

 

 

 

 

 

FORTITUDE (2015-2018). Serie británica con un gran reparto que nos sumerge en Fortitude, un pueblecito del Ártico donde empiezan a ocurrir comportamientos criminales. El mal está relacionado con un virus prehistórico congelado en un cementerio de mamuts.

 

 

 

 

 

 

 

TREN A BUSAN (2016). Cine coreano dirigido por Yeon Sang-ho, con gran ritmo; habla de un misterioso brote viral. Un alto ejecutivo viaja con su hija en el tren Saigón-Busan y desde la salida observan cómo los zombis atacan a las personas. Filme súper-taquillero que fue visto por más de 11 millones de espectadores coreanos.

 

 

 

 

CARGO (2017). Cine australiano de la mano de Ben Howling y Yolanda Ramke, en la cual la humanidad peligra por un virus que transforma a las personas en Zombis. La cinta está protagonizada por Martin Freeman y Anthony Hayes, y es una cinta emocionante y con alma.

 

 

 

 

 

 

 

A CIEGAS (2018). Dirigida por Susanne Bier, está interpretada por Sandra Bullock y Trevante Rhodes, y nos presenta un mundo donde extrañas fuerzas llevan a los hombres a suicidarse. Para evitar sus efectos es preciso no verlas, por eso la Bullock inicia un viaje junto a sus hijos con los ojos vendados. Destacable y extraña versión del fin de los días.

 

 

 

 

 

 

THE HOT ZONE (2019). Serie de TV norteamericana que narra cómo en 1989 aparece un nuevo brote de Ébola en Estados Unidos. Los científicos del ejército arriesgaron sus vidas para luchar contra un enemigo invisible que los podía matar con sólo rozarlos. Basada en hechos reales.

 

 

 

PANDEMIA (2020). Serie documental de TV dirigida por Doug Shultz que da a conocer a los héroes que luchan contra la gripe y muestra qué hacen para evitar la próxima epidemia. Ilustra un tema importante de manera accesible y humana. Docuserie completa e interesante que pretende asustar e insiste en un inminente final del mundo.

 

 

 

Cine sobre epidemias: casos reales

Comento ahora dos filmes de epidemias reales: la “encefalitis letárgica” de los años 1920; y el SIDA (VIH). Lo hago desde las películas: Despertares (1990) y Dallas Buyers Club (2013).

DESPERTARES (1990). Esta película se basa en la autobiografía del afamado neurólogo inglés Oliver Sacks (1933-2015) y entrega para ayudar a los enfermos de encefalitis letárgica o “enfermedad del sueño”, una enfermedad consecuencia de una epidemia en la década de los años veinte del pasado siglo. Afectó a un número indeterminado de personas, atacando su sistema motor, por lo cual esos pacientes quedaron reducidos a la inmovilidad absoluta.

Con la ayuda de la droga L-dopa, Sacks obtuvo unos resultados inicialmente espectaculares. Ocurría esto en el año 1969, y Sacks se vio sorprendido con la mejora de pacientes que habían permanecido décadas en un estado de somnolencia y languidez absoluto. La droga los devolvió a la vida activa. Sin embargo, a la larga se observó que los efectos benéficos eran temporales y que poco a poco volvían a su anterior situación.

Sacks fue un médico de fama internacional, tanto por sus investigaciones neurológicas, como por las obras de divulgación que fueron superventas como el clásico “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” (1987) y otras como “Los ojos de la mente” (2011).

En la película, el Dr. Sacks se llama Malcolm Sayer y está interpretado por Robin Williams. Era la época en la que el neurólogo ejercía en Nueva York, con los enfermos de encefalitis letárgica. El primer paciente que mostró signos de mejora con la L-dopa fue Leonard Lowe, que abandonó su estado de parálisis motora, para emprender una vida hospitalaria activa y animosa.

El director Penny Marshall conduce la historia de Sacks por unos derroteros entretenidos, de interés y amenos. Pero Marshall toca también el corazón del espectador, con un inteligente análisis sobre la naturaleza humana. Gran guion de Steven Zaillian, basado en la obra de Oliver Sacks, “Awakenings” (1973).

Entre los actores destaca un Robin Williams que hace un excelente trabajo como el Dr. Sayer (Sacks en la realidad), como médico comprometido con sus pacientes y muy vocacional. La otra pieza principal es Robert de Niro, el paciente recuperado y finalmente postrado de nuevo por la enfermedad, interpretando una patología con espasmos y tics, lo cual hace brillantemente, en una actuación dura y física. Julie Kavner estupenda como la abnegada enfermera Costello.

Película melodramática sobre la disposición médica, de cómo se producen los avances científicos, con tenacidad; es igualmente el ejemplo de un médico humanista y sus sentimientos hacia los pacientes que sufren. Un “Doctor bueno” –como se le califica en el film; quienes hemos leído su obra lo podemos tratar justamente con verdadero cariño.

Podría decirse que es una película aleccionadora, bonita y entrañable a la vez, sobre todo cuando pensamos que fue algo que sucedió realmente.

 

DALLAS BUYERS CLUB (2013). Jean Marc Vallée dirige con profesionalidad la historia de Ron Woodroof, un tejano, cowboy de rodeo a quien le diagnostican SIDA en 1986 y le pronostican un mes de vida. A partir de ese momento, Ron se empeña en investigar y en luchar contra la enfermedad.

Buen guion de Melisa Wallack y particularmente de Craig Borten que se trabajó la historia real del personaje; una música interesante, buena fotografía de Yves Bélanger y excelente trabajo de maquillaje (Oscar).

En la primera década de los ochenta aparece la pandemia llamada SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida) que acabó con millones de vidas humanas en el mundo. Muchos proclamaron que el SIDA era una especie de castigo divino para escarmentar a homosexuales y drogadictos. Esta perspectiva dio un giro cuando se comprobó que el SIDA afectaba a todo tipo de personas.

El protagonista Ron Woodroof (Matthew McConaughey), en 1992, poco antes de morir, fue sujeto de un extenso reportaje para The Dallas Morning News (Craig Borten lo entrevistó para preparar el guion). La de un vaquero bebedor, drogadicto y promiscuo. Al serle encontrada la enfermedad, en su ambiente machista es rechazado, no ya como “apestado”, sino como un supuesto homosexual, lo cual era el peor insulto en su ambiente.

Narra el filme el titánico esfuerzo Ron para sobrevivir a través de medicinas alternativas, y el enorme cambio interior que en él se produce en muchos aspectos como aceptar su enfermedad, por otra soportar el desprecio y la marginación, y finalmente comprender y empatizar con la población homosexual. De otro lado, está también la conversión de dejar de ser un ambicioso, para expender medicamentos alternativos a sus compañeros de enfermedad, gratis.

El peso fundamental de esta película recae sobre la excelente interpretación de un Matthew McConaughey genial, que sabe hacer verosímiles sus cambios a lo largo de la enfermedad, incluso adelgazó para hacer más creíble físicamente su papel de enfermo de SIDA; este papel memorable le valió el Oscar al mejor actor principal. Junto a él hay dos intérpretes meritorios, por un lado el de Jared Leto (Oscar a mejor actor de reparto) en el papel de su socio transexual, y el de Jennifer Garner en el rol de la Doctora Eve Saks.

Una película recomendable, tanto para quienes vivieron aquellos años ochenta y la aparición de la enfermedad, como para quienes siendo más jóvenes, no la vivieron en su fase letal.

Este artículo lo puedes leer más extenso en dos entregas de la revista ENCADENADOS:

Cine sobre epidemias y pandemias (1): Historias de ficción

Cine sobre epidemias y pandemias (2): Historias reales