Ángel Mª. González.- Una vez pasada estas navidades, que todo el mundo esperaba con ilusión, por las expectativas que Beardo y Calleja habían creado, es hora de reflexionar, aclarar y hacer críticas constructivas para mejorar.
Las navidades de este año han estado por debajo de la expectación creada. Así se refleja en la encuesta realizada por El Puerto Actualidad donde la mayoría de los votantes eligieron la opción de muy mala o mala para valorar la cabalgata. Cabalgata que no contaba con animaciones infantiles como las dos últimas ediciones.
Y es que, han vendido como novedad acciones que ya se hacían en la ciudad, incluso llegando a afirmar que se celebraban “por primera vez” actividades como la pista de hielo, el parque de atracciones, el Belén viviente, las actividades para niños y niñas, el espectáculo de luces, la fiesta fin de año, etcétera; acciones todas ellas que ya se venían celebrando desde el mandato anterior y que ahora han pretendido vender como novedosas.
Frente a ello, sí se ha echado en falta la edición 2020 de la Carrera San Silvestre portuense, que ha desaparecido de un plumazo e hizo que un grupo de deportistas portuenses hicieran una carrera navideña improvisada por el centro de la ciudad. También ha desaparecido, para estupor de los que han ido a verlo este año, el tradicional Belén Municipal de la Plaza Isaac Peral.
Y no es que Beardo o Calleja sean ‘El Grinch de la Navidad’, porque El Puerto, al igual que el año pasado, ha estado lleno los días clave con muy buen ambiente; lo que ocurre es que cuando se quieren hacer de notar a toda costa, al final acaban dando la nota, y eso suele ocurrir cuando se vende la piel del oso antes de cazarlo.
Otro aspecto que mejorar ha sido la cabalgata de Reyes. Sin entrar en gustos, la seguridad ha sido bastante deficiente, tal y como se evidenció en determinadas situaciones que se provocaron y que esperamos que se analicen y aborden en el Consejo Municipal de Seguridad que, solicitamos que se convoque, a no ser que no quieran que no se hable de este tema. Quizás, para la organización y preparación de la cabalgata, habría que dar mayor participación a la Asociación de Reyes Magos como hacen en otros pueblos cercanos, como es el caso de Chiclana.
En cuanto a la limpieza de la ciudad, es un asunto con grandes necesidades de mejora, pues los contenedores estuvieron rebosando de cartones de regalos de reyes hasta el día 8 de enero por la noche.
Espero que algún día la humildad prime al ego y el interés general al yo, porque ni las concejalías son de nadie ni las fiestas son de un concejal. El ayuntamiento es de los vecinos y vecinas y las fiestas son del pueblo, y al pueblo es al que hay que escuchar.
Y un año más, tengo que subrayar que quienes de verdad han brillado, han sido aquellos que aportan a la ciudad gobierne quien gobierne: hablo de las academias de baile, belenistas, asociaciones de vecinos, asociaciones de mayores, el Centro Comercial Abierto, que, junto a la ilusión e implicación del Cortejo de los Reyes Magos, estrellas incluidas; han puesto a disposición de la ciudad todo su saber hacer.
Y si el señor “yo” Calleja del PP (aunque él diga que es un fichaje que nada tiene que ver con el PP) decía que la “yo” cabalgata de Reyes no podía parecerse a la de Carnaval, ahora toca Carnaval ¿preparados?