EL PUERTO.- Italia y España, dos países que se bañan de la cuenca mediterránea, se han unido estos últimos meses a través de la experiencia vivida por un grupo de estudiantes, unos 35, que han acudido a El Puerto a través de un curso de hostelería, concretamente de cocina, a aprender no solo la gastronomía, sino la cultura, las tradiciones, o la idiosincrasia de su gente.
Cuatro meses que han servido a Graziano, Giacomina y Francesco, y sus compañeros, para vivir una aventura nueva, asegurando que su experiencia “ha sido muy buena”, porque “conoces una nueva cultura, nueva gente, y nueva comida”.
En particular, estos jóvenes se quedan con el flamenco o el Carnaval. Con respecto al flamenco, aseguran que “hace unos días fui a ver un espectáculo con unos amigos, y es alucinante, espectacular”. Otro de estos jóvenes apunta que “hemos descubierto la cultura del flamenco, cómo se baila, cómo se canta, la cultura gitana, y todo lo que está alrededor”.
En cuanto al Carnaval de Cádiz, “no sabíamos que existía, y ahora conocemos muchos aspectos relacionados con el Carnaval, y hay que decir que es muy bonito. Se habla, se canta, y la gente se vuelca. Y es maravilloso”.
Es cierto que entre italianos y españoles hay muchas semejanzas, sobre todo en carácter y en forma de ver la vida, pero con todo, estos estudiantes apuntan que, en España, en El Puerto, han aprendido a disfrutar de cada día. “Esta experiencia me ha cambiado mucho, lo que más la mentalidad, que aquí es mucho más abierta. En Italia solo está el trabajo, aquí no. Se trabaja, pero no es lo fundamental, no es lo único, porque también se vive la vida”.
El carácter de la gente que han encontrado en España también les agrada. “La gente es muy amable y abierta, y si tienes un problema, te ayudan. Cuando estás triste, solo te hace falta una noche con un español para que te alegren el día”. Y es un aspecto que valoran en quien les ha tendido la mano en estos meses.
Aunque la experiencia ha posibilitado que estos alumnos hayan conocido la forma de cocinar de España, siguen prefiriendo la gastronomía de sus lugares de origen, es decir, el centro o el sur de Italia. Consideran que hay una gran diferencia en cuanto a los sabores, que son más fuertes en España, entendiendo ellos que se trata de una influencia de la zona de Marruecos o el norte de África.
“Ha merecido la pena”
Con todo, “ha merecido la pena” conocer la cocina española. “Porque hemos podido ver la variedad que existe”. Y lo mejor es que estos meses en España han hecho que también quieran conocer otras culturas gastronómicas, como la francesa o la inglesa, para sumar sabores, productos, tradiciones, etc, de otros países cercanos al suyo propio.
“Gracias al proyecto Erasmus crecemos como cocineros. Y encontramos otra oportunidad de trabajo, porque la gente con la que hemos tratado nos ha conocido como profesionales y nos puede ofrecer un contrato”, una idea que estos alumnos no descartan, porque consideran que mudarse a esta zona sería “muy bueno, para quedarme, volvería”, explican.
Además, han podido conocer y charlar con un paisano, Massimo Pozzi, que les ha enseñado sus instalaciones, y les ha contado algunas cuestiones relacionadas con el arte heladero.
Conocer otro idioma también ha sido un referente de este proyecto de intercambio cultural. “Antes de julio ninguno de nosotros conocía el idioma, ahora nos defendemos y hablamos algo de español”.
Pero este Erasmus también ha tenido otra cara, no solo la del aprendizaje, la diversión, el intercambio cultural y social, etc., que es la de la lejanía de los seres queridos y amigos. Por eso, estos alumnos aseveran que al principio cuesta, pero se alegran de haber pasado estos meses en España.
En definitiva, se trata de una experiencia que repetirían, porque ha merecido la pena conocer gente nueva; gastronomía distinta a la autóctona; una cultura en muchos puntos antagónica, a pesar de que italianos y españoles compartan el amor por la vida en la calle, en las terrazas, en los bares; tradiciones y fiestas que no conocían, como el flamenco o el Carnaval; y ha supuesto una oportunidad de crecer de forma profesional en un ámbito que les apasiona, la comida, la gastronomía, la cocina, la hostelería.