Dicen las crónicas que la ciudad pierde peso, pero más que perder peso lo que está es quedándose en los huesos con tanto disgusto que la están dando aquellos que tienen por obligación alimentarla y hacer que prospere. Menos tapas veganas y más ollas de garbanzos con sus ‘avíos’ es lo que hace falta aquí. Se necesita una estrategia. Los derrotistas están frotándose las manos porque cada vez hay más de que criticar, mientras que los triunfalistas lo ven todo claro, apelan a la herencia de anteriores gobiernos y pronuncian frases tranquilizadoras a la agitada masa del tipo “bueno, sí, de acuerdo, puede ser que la ciudad no atraviese uno de sus mejores momentos en lo turístico y bla, bla, bla, pero, oiga, tenemos un plan.
Así es, esto se va a arreglar de aquí a nada con nuestra colaboración y paciencia, queridos portuenses y porteños. Y es que si durante los últimos dos años la gente se ha quejado de los gobernantes y sus incumplidos, ahora se va a echar toda la carne en el asador para cumplir un objetivo prioritario en la ciudad: la recuperación del centro a través de la aprobación y aplicación del Prepichye, el “prepi” ya pa' los amigos... como de la familia prácticamente la criatura. Vamos a ser, al fin, participes del rumbo que tomará la ciudad en un futuro mediante. Algo es algo; si no se va a remunicipalizar Apemsa y no se va a terminar el parking durante la presente legislatura, ni tampoco se reabrirá la Casa de la Cultura y ni se construirá la estación de autobuses al menos tenemos un plan. Tantatachán.
Arranca una iniciativa vital para la ciudad que lleva más de diez años de tramitación sin que ningún gobierno municipal anterior haya sabido ponerlo en marcha hasta que, ¡voilà!, con una varita mágica el actual lo hace en un cuatrienio y a la carrera durante los últimos seis meses. Deprisa, deprisa. Indudablemente es una buena noticia pero el proceso para su visto bueno definitivo se antoja va a ser duradero como todo lo que se pone en funcionamiento en esta bendita tierra.
Cuando tras la publicación del “prepi” en el BOE, se lleven a pleno las posibles alegaciones y sea expuesto en una web a la vista de los ciudadanos se podrá afirmar entonces que El Puerto ya sí tiene un marco normativo para su Centro Histórico. De momento se ha dado el primer paso el cual ha sido tildado de triunfalista y electoralista por ser anunciado durante estas fechas en las que estamos. Por otro lado, también hay quienes esperan con ilusión un nuevo plan para "el cambio de arriba a abajo" de la manera de trabajar de algunas concejalías que manejan a pusilánimes concejales a su antojo, donde impera la flema, el temperamento apático o calma excesiva. La dictadura del funcionariado y la falta de coordinación para ejecutar proyectos de ciudad son la lacra del avance y del progreso de El Puerto de Santa María.
Hay que mantener la calma en estas circunstancias tan importantes para la historia de la ciudad, no obstante la tolerancia del pueblo se agota con el transcurrir del tiempo ante la no mejoría de las cosas. Nos piden temple y aguante porque todo llegará por lo que habrá que tener más paciencia que Job a quien Dios le hizo vivir hasta los 140 años como recompensa por su fidelidad. Con esto sí da para unos cuantos planes de progreso terminados visto el ritmo al que se trabaja por estos lares, pero también da para que tanta gente paciente termine por aburrirse de las promesas de unos y sean tentados por Satán tal como le pasó al santo. El desenlace a menos de un mes.