Javier Bello (Tribuna libre).- En estos días está en boca de todos nosotros el tema que mayor titulares de prensa está dando en España y probablemente el que más quebraderos de cabeza está proporcionando a todos los políticos de Cataluña y del Gobierno central.
Algunos hablan de la Historia, de que se debe hacer justicia con un pasado cultural y que otras comunidades autónomas no tenemos el pasado que pueda tener Cataluña.
Pues bien a través de estas líneas voy a intentar aclarar el pasado histórico de Cataluña, porque del mismo modo que nuestra querida Andalucía formó parte del Reino de Castilla, los catalanes en su día fueron súbditos del Rey de Aragón.
La Península Ibérica no pasaba por el mejor de sus momentos y es por eso que el núcleo originario de lo que posteriormente se convirtió en el Reino De Aragón se encuentra en el establecimiento por parte de la dinastía carolingia del reino franco de un sistema político militar de defensa mediante la creación de entidades territoriales que se extendieron desde Barcelona a Pamplona y que sirvieron como frontera frente a los territorios denominados por el Islam en la Península Ibérica, a lo que se le denominó la Marca Hispánica.
Históricamente no se puede hablar del Reino de Aragón hasta el año 1035, cuando Ramiro I, hijo del rey de Pamplona, Sancho Garcés II unifica los condados aragoneses de Sobrarbe, Aragón y Ribagorza y se convierte de este modo en el primer rey de Aragón.
Y a partir de aquí es cuando entra en juego Cataluña, y es que un pleito sucesorio con los territorios de Navarra, que desde 1076 a 1134 formaban parte del Reino de Aragón, tras el fallecimiento en 1134 de Alfonso el Batallador sin descendencia entregó sus posesiones territoriales a las órdenes militares más importantes de la época, los Templarios, lo que provoca que el Reino de Navarra se separe de la tutela de la corona aragonesa. Ante esta situación se produce un hecho trascendental para la historia de los siglos posteriores. La nobleza de Aragón deseando consolidar su hegemonía busca nuevas alianzas mediante enlaces matrimoniales, Estas alianzas las encuentran en los Condados Catalanes que desde finales del siglo X había conseguido eliminar el vasallaje con la dinastía capeta del reino Franco. De este modo el Conde de Barcelona rompe con el monarca franco y afianza su alianza en el Reino de Aragón y el Condando de Barcelona con el matrimonio entre Petronila, hija de Ramiro II Rey de Aragón y Ramón Berenguer IV Conde de Barcelona lo que pone los cimientos de la Corona de Aragón y el inicio de su etapa de mayor esplendor. De este modo todos los reyes que se sucedieron en el trono fueron mencionados como “Rey de Aragón y Conde de Barcelona”.
En este momento pues, los territorios del Reino de Aragón contemplaban, los Condados de Barcelona, las tierras provenzales pertenecientes a los Condes de Barcelona, el Reino de Aragón y posteriormente los ducados de Atenas y Neopatria, la isla de Sicilia y Cerdeña.
Pero una vez afianzado el reino, comenzó a crecer y se le tuvo que sumar el reino de Valencia y de Mallorca en el siglo XIII gracias a las campañas militares de Jaime I el Conquistador y además hay que añadir una importante expansión comercial y militar en el Mediterráneo que alcanzará un gran desarrollo gracias a los comerciantes catalanes.
El destino de la Corona de Aragón se vio algo enturbiado y es que tras la muerte sin descendencia del rey, Martín el Humano, en 1310 provoca un periodo de interregno en el cual se dirime quien ha de ser nombrado monarca. Las divisiones entre la nobleza de los diferentes territorios provocarán que el trono sea finalmente adjudicado, mediante “El Compromiso de Caspe” a un miembro de la dinastía castellana de los Trastámara: Fernando de Antequera (Fernando I de Aragón), De este modo e lcamino hacia la unidad de las coronas de Castilla y Aragón en los años siguiente en las figuras de lso reyes Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, comenzaba a vislumbrarse.
Una vez unidos en matrimonio los Reinos de Castilla y de Aragón, se pudo comenzar a hablar de la unidad de la Península Ibérica, aunque cada reino mantuviese su independencia legal. Aunque ya en 1700 tras la muerte del rey, Carlos II, será cuando llegue el detonante del conflicto bélico que enfrentó a los partidarios de la casa de los Borbones contra los partidarios de la casa de los Austria por hacerse con el contro de la Corona española y sus dominios, En 707 mediante los Decretos de Nueva Planta, creados por los Borbones vencedores, para unificar la administración y las leyes de los diversos territorios de la monarquía, se suprimen los fueros y el derecho civil de los antiguos territorios de Aragón y este será el hecho que marcará el final a ocho siglos de existencia del Reino de Aragón.
Finalizo haciendo entender que en ocho siglos de historia del Reino de Aragón, jamás se puso hablar del Reino de Cataluña o de un Rey Catalán, es por eso que basándonos en la historia del nacimiento de nuestro país, España, nunca podrán argumentar que las pretensiones de los hoy independentistas es volver a su pasado glorioso, porque el Conde de Barcelona, simplemente fue un vasallo más del Rey de Aragón que con los años se convirtió en fiel aliado de Castilla y que ambos formaron España, donde Cataluña, jamás tuvo la posibilidad de tener una corona independiente a las que ya existían en nuestro territorio que a partir de la llegada de la muerte de los Reyes Católicos se convirtió en tan solo una.