Javier Rodríguez.- Cualquier persona que haya estado pendiente de las noticias habrá escuchado multitud de veces hablar a economistas (y a no economistas) de la deuda pública. En el panorama económico internacional, y con los bancos centrales como principal protagonista, se ha puesto de manifiesto el uso excesivo de esta herramienta para solventar los males de la economía. No obstante, sin entrar más en debate sobre los efectos de estas prácticas, hoy debemos hablar de otra deuda no tan conocida ni mencionada en los medios, la deuda viva.
La deuda viva de los ayuntamientos se refiere a la cantidad de dinero que estos deben devolver a las entidades privadas que le financian en el largo plazo. Pues bien, en los últimos años y de manera generalizada, los ayuntamientos de España se han visto obligados a realizar un intenso saneamiento de sus cuentas por un excesivo endeudamiento. Sin duda, esto es algo que perjudica a todos los ciudadanos de un municipio. En primer lugar, porque les obliga a pagar los intereses generados y, en segundo lugar, porque les hipoteca su futuro.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el Ministerio de Hacienda a 31 de diciembre de 2021, Jerez de la Frontera era la segunda localidad de España en términos de deuda viva (918 millones de euros). Además, otras ciudades de la provincia como Algeciras (216 millones), La Línea de La Concepción (139 millones) y la propia capital, Cádiz (117 millones), se situaban dentro los 30 municipios con mayor nivel de endeudamiento. De esta forma, Cádiz se ha mantenido durante este año como la segunda provincia más endeudada de España.
Sin embargo, este año no todo han sido malas noticias y nefastas gestiones económicas. Debemos destacar, por ejemplo, el caso del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, cuya deuda ascendía a 79,5 millones de euros a finales de 2021: ha conseguido reducirla hasta los 12 millones de euros y prevé que la pueda cancelar totalmente en 2023.
Sin duda, estos datos, que tanto contrastan con el resto de ciudades de su entorno, no son ni mucho menos fruto de la casualidad, sino todo lo contrario. Esta nueva realidad ha sido posible gracias a la responsabilidad financiera, la buena gestión de este Ayuntamiento y el empeño de un equipo de gobierno que no se detiene en su afán de recuperar la Ciudad de los 100 Palacios y deshipotecar el futuro de los portuenses.