EL PUERTO.- La comedia nos enseña, a través del humor, qué no debemos hacer. No sería eficaz si nos presentara, en vez de casos inmorales, resueltos ejemplos de virtud. Es preciso tropezar para aprender. Si algo llama la atención del espectador en la marcha regular de unos peatones, es que uno de ellos tropiece. Tropezar es humano; y le basta sólo eso para hacer reír o compadecerse del que ha tropezado, a la comedia. Pueden invertirse los términos, claro está: presentar el mal como el bien, lo inmoral como moral, y viceversa; lo mismo da: el caso es que, para que exista la comedia, alguien debe tropezar.
Y, visto así lo que es comedia, ¿qué será eso de comedia en enredo, una de cuyas cimas más representativas, “Se infiel y no mires con quién”, encargada de inaugurar la XXIX edición del Festival de Comedia de El Puerto, nos toca comentar ahora?
Pues muy sencillo: súmese a lo dicho sobre la comedia, el complemento abusivo del malentendido (una desnaturalización de la realidad en toda regla), los continuos cambios de identidad de los personajes para hacerlo posible, y ello con el fin siempre de reforzar el objetivo de la comedia de enseñarnos, para bien o para mal, qué no debemos hacer... En el caso de esta excelente adaptación de Josema Yuste a la obra Move Over Mrs Markham, de los británicos John Chapman y Ray Cooney, lo que no debemos hacer es sucumbir a la infidelidad. Y no se crea que, al hallarse este tropiezo extraordinariamente diluido en la generalidad social, deja por ello de operarse la catarsis de la comedia desde el mismo humor que parece legitimar la infidelidad. El verdadero humor nace de nuestra miseria moral.
Preciso es destacar cómo ha logrado el célebre humorista y director de esta obra, introducir en ella precisas gotas selectas de su inconfundible maestría humorística, realzando la labor escénica de sus compañeros: Santiago Urrialde, Esther del Prado, Maribel Lara, Vicente Renovell, Celine Tyll, Kiko Ortega, Claudia Azcona...; muy en especial la de Teté Delgado, de muy notable elegancia interpretativa en esta obra.
Tras recibir un efusivo aplauso por parte del público, los mismos actores, a petición de Yuste, le devolvieron el aplauso, agradeciéndole su asistencia al Patio Porticado de Los Jesuitas, a pesar de la delicada situación por la pandemia.