La Policía Nacional ha desarticulado una operación de narcotráfico que utilizaba el tramo navegable del río Guadalete para introducir grandes cantidades de hachís en la provincia. El dispositivo permitió intervenir 2.000 kilogramos de droga, un fusil de asalto AK-47 con su cargador municionado y dos vehículos todoterreno sustraídos, empleados para el transporte de la mercancía.
Los investigadores habían detectado en las últimas semanas un incremento de la actividad en esta vía fluvial, donde embarcaciones neumáticas de 6 a 8 metros de eslora, con uno o dos motores, descendían hasta el mar para enlazar con Embarcaciones de Alta Velocidad cargadas de hachís e incluso cocaína. Tras el trasbordo en aguas abiertas, las embarcaciones regresaban por el río para alijar la droga en sus orillas y trasladarla en 4x4 hasta guarderías o caletas, donde era almacenada para su distribución nacional e internacional.
Con este modus operandi ya identificado, la noche del 1 al 2 de noviembre se activó un dispositivo especial para detectar movimientos sospechosos en el cauce. Sobre las 03:00 horas, los agentes localizaron tres neumáticas subiendo cargadas de fardos, seguidas de dos todoterrenos dirigiéndose a una zona de alijo. Tras el desembarco, los policías siguieron a los vehículos hasta dos fincas de Jerez: una usada como guardería de droga y otra donde se ocultaban los Land Cruiser robados.
Con autorización judicial del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, se practicaron las entradas y registros. En el interior se localizaron los 2.000 kilos de hachís, el AK-47, y los dos 4x4 equipados con un sistema de extintores orientado a la parte trasera para expulsar polvo y entorpecer las persecuciones policiales.
La operación terminó con la detención de un hombre, natural de Jerez de la Frontera, que fue trasladado a los calabozos de la Comisaría Local. El arrestado pasó a disposición judicial el 4 de noviembre ante el Juzgado de Instrucción nº 3 en funciones de guardia.











