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Bollywood es el nombre con el que se conoce al conjunto de la industria de cine en la India. El nombre viene de unir las palabras Bombay (donde están la mayoría de los estudios de cine indio), y Hollywood.
Bollywood hace grandes producciones llenas de color y acción, con historias de amor, drama e intriga que se combinan con canciones y actuaciones musicales de música y baile de inspiración tradicional.
Además, los actores de cine indio son auténticas estrellas y cuentan con millones de seguidores en su país, pues el impacto de Bollywood en la India es enorme, tanto o más que el que tiene Hollywood en Europa.
Pero hay igualmente un cine indio fuera de la maquinaria bollywoodiense, películas que son premiadas en Festivales y certámenes internacionales como Cannes o Berlín.
Menciono aquí algunos títulos interesantes de las últimas décadas: Salaam Bombay (1988), de Mira Nair (un niño de la calle); La boda del Monzón (2001), de M. Nair (sobre los matrimonios concertados); Fuego (1996), Tierra (1998) y Agua (2005), de la popular Deepa Mehta; La Trilogía de Apu (1955-1960), del clásico Satyajit Ray (luego hablo de una peli suya); Siete diosas (2015), de Pan Nalin; y Hotel Salvación (2016), de Shubhashish Bhutiani.
Para esta entrega comento dos sensacionales obras: La luz que imaginamos (2024), de P. Kapadia; y la ya clásica, Charulata. La esposa solitaria (1964), de S. Ray.
LA LUZ QUE IMAGINAMOS (2024). Esta segunda película dirigida por Payal Kapadia (su primera fue el aclamado documental de 2021, “Una noche sin saber nada”), ha sido celebrada como una de las mejores películas del año 2024.
Ganadora del Gran Premio del Jurado del Festival de Cine de Cannes (con dos nominaciones a los Globos de Oro), transporta al espectador al corazón de Mumbai (antiguo Bombay), narrando la historia de tres mujeres y sus luchas cotidianas para sobrevivir.
Guion, reparto y otros aspectos técnicos
La cámara se desliza por las calles de Mumbai de noche. En la banda sonora, escuchamos a personas hablando de sus experiencias en la metrópolis más grande de la India: "Siempre tengo la sensación de que me voy a ir", dice una persona. En un momento dado, se centra en una mujer que vuelve a casa en tren, la enfermera Prabha (Kusruti).
Kapadia concibió este proyecto mientras aún estudiaba cine, durante un periodo en el que dos familiares suyos estaban hospitalizados. Pasó mucho tiempo hablando (y finalmente entrevistando) con enfermeras, y empezó a ver el hospital como el lugar ideal para un drama sobre el trabajo de las mujeres indias.
Es así como cuenta la historia de tres enfermeras: Prabha (Kusruti), Anu (Prabha) y Parvaty (Kadam). Cada una de estas mujeres ha llegado a la gran ciudad desde pueblos más pequeños.
Prabha es una mujer independiente. Tiene un marido que lleva años trabajando en Alemania y casi no se hablan. Prabha es una cualificada enfermera, muy eficiente, tanto que incluso da clases a otras profesionales.
Tiene una compañera de piso, Anu (Prabha), una chica vivaz que trabaja en el mismo hospital y que está saliendo con un joven musulmán, Shiaz (Haroon), un hecho que oculta, pero que es motivo de chismorreo entre las compañeras.
Mientras tanto, Parvaty, mujer algo más mayor, viuda, está siendo amenazada con el desalojo pues un promotor inmobiliario ha comprado su edificio de apartamentos y su difunto marido no le dejó la documentación que acreditara sus derechos sobre la vivienda.
La obra tiene un reparto excepcional liderado por Kani Kusruti y Divya Prabha, actrices sensacionales. Acompañan en un gran nivel artistas como Hridhu Haroon, Chhaya Kadam o Azees Nedumangad.
El guion, de la propia Kapadia, refleja las restricciones que enfrentan las mujeres trabajadoras en la India, mientras ofrece una visión compasiva y luminosa de sus vidas.
A medida que la ficción se apodera de la trama, seguimos a Prabha y Anu en el trabajo, sus rutinas posteriores y sus largos desplazamientos al apartamento donde viven, una práctica diaria y nocturna, con el acompañamiento de la jazzística banda sonora de piano de Dhritiman Das, y Tpshe. Se trata de una música que envuelve el tono que Kapadia busca: algo melancólico, pero también juguetón, una película que es más una comedia dramática romántica que un drama puro.
Fotografía magnífica de Ranabir Das, con un efecto granulado y elegante, algo espiritual y ligeramente fantasmagórico.
Desencadenante y desarrollo
La trama se desencadena cuando Prabha recibe por correo una olla arrocera nueva, que Anu, con sus ojos de sorpresa, descubre que ha sido fabricada en Alemania. Ambas mujeres piensan que la ha enviado el esposo ausente de Prabha, hombre que marchó a Alemania después de su boda y nunca más se supo. La pregunta es si el marido está retomando la relación o está poniendo fin al matrimonio con ese insultante regalo.
Mientras tanto, un médico (Nedumangad) muestra interés romántico por Prabha y no le importa que esté casada. Lo cual que ella se pregunta si no debería permitir que este nuevo hombre la corteje y la ame.
De otra parte, Anu debe decidir qué tan comprometida está con Shiaz. Habían quedado para una cita en casa de sus padres, con el fin de estar solos, pues siempre andan besándose por los parques públicos. Anu se compra un burka para ir, pero el plan se tuerce inesperadamente.
Vemos en la historia que un estado de inseguridad romántica y emocional se cierne sobre la vida de estas mujeres, algo calamitoso al estar en la gran ciudad, donde a pesar de haber tanta gente, siempre están solas.
Además, cada hilo conductor de esta historia es también político, ya sea la vida amorosa de Anu, el intento de Prabha de ayudar a la compañera de trabajo a conservar su apartamento, o la evidencia de que, en el hospital, la mayor parte del personal importante sean hombres.
La marcha de la ciudad y final
En parte para escapar de Mumbai, Prabha y Anu aceptan acompañar a Parvaty cuando es desalojada, para regresar a su pueblo natal en la costa. Las otras dos mujeres ayudan con el equipaje, aunque Anu tiene sus propias razones para ir a este lugar remoto: estar con su novio más libremente.
Lejos de la ciudad, con sus preocupaciones laborales y afectivas en suspenso, Prabha encuentra alivio y paz. Pero hete aquí que en una intervención en crisis se requiere de sus habilidades profesionales. En ese acto, tiene una especie de revelación, como alucinatorio, que le muestra el significado de haber estado abandonada de su esposo durante años. De haber dejado de lado su propia felicidad y su futuro.
Este final puede entenderse como especie de fábula, un milagro literal, que le da a Prabha la idea cabal de cómo ha sido realmente la existencia de su esposo (y, por ende, la suya propia) durante todos estos años, y la oscuridad en la que ha tenido que vivir. Un final onírico y, a la vez, como el despertar de un sueño.
Drama que se consagra oda a la amistad y la sororidad. Su narrativa poética evoca un cine de autor que resuena profundamente. Es, sin más, una película gloriosa.
CHARULATA. LA ESPOSA SOLITARIA (1964). Esta es una de las obras más refinadas del gran director indio Satyajit Ray, basada en el relato Nashta Neer (El nido roto) de Rabindranath Tagore. La película se desarrolla en la India colonial del siglo XIX y sigue la historia de la bella Charu (Mukherjee), una mujer de la alta sociedad bengalí atrapada en un matrimonio donde su esposo, Bhupati (Sh. Mukherjee), está más dedicado a su trabajo que a su relación marital.
Para Bupathi, lo importante es dirigir su periódico, crítico con el poder (Calcuta finales del S.XIX, India sigue bajo dominio británico); sus páginas sólo atienden reseñas de contenido político. Buscando colaboradores piensa en su desocupado primo Amal; sin embargo, obvia a su esposa, de quien conoce su capacidad literaria.
Dirección y estilo Visual
Ray utiliza pinceladas precisas para transmitir los sentimientos de Charu y el resto de los personajes. Es una película llena de encuadres simbólicos, como la famosa escena en la que Charu observa el mundo exterior a través de los barrotes de una ventana, reflejando su sensación de confinamiento.
La nítida y maravillosa fotografía de Subrata Mitra (B&N) y el uso de la luz natural refuerzan la atmósfera melancólica y poética de la historia.
Actuaciones y personajes
El filme se resume perfectamente en la mirada y los movimientos de Madhabi Mukherjee (Charu), una de las actrices fundamentales en la historia del cine indio; y en la ingenuidad poética de Soumitra Chatterjee (Amal), otro actor cimero; mientras que el mundo del absorto Shailen Mukherjee (Bupathi) le impide darse cuenta del terremoto que está ocurriendo entre las paredes de su casa.
La interpretación de la Mukherjee es magistral. Su evolución emocional, desde la soledad hasta el despertar de sus sentimientos por Amal, el joven primo de su esposo es profundamente conmovedora. Soumitra Chatterjee, en el papel de Amal, aporta una frescura juvenil que contrasta con la seriedad de Bhupati, interpretado por un magnífico Shailen Mukherjee. La dinámica entre estos tres personajes, el triángulo amoroso, es el núcleo de la película.
Temas y simbolismo
Charulata debe contentarse con mirar el mundo a través de unos anteojos que le devuelven una visión parcial de la realidad; una mirada de unos pocos segundos en los que ve deambular a los transeúntes por una calle que ella nunca pisa.
Los días y las noches se suceden monótonamente, bajo el peso de la decepción, la frustración y la sensación de una vida desaprovechada entre el lujo material y el tedio.
Ray entra en la condición femenina con enorme sensibilidad. Charulata, una mujer atrapada en una estructura social que limita su libertad. Su relación con Amal representará una posibilidad de escape, junto con la poesía; también un dilema moral. Pero Ray no juzga al respecto.
Preguntas sobre el amor, la lealtad o la independencia, pero la cinta no ofrece respuestas definitivas o unívocas, dejando que el espectador interprete los silencios y miradas de los personajes y saque sus conclusiones.
Un microcosmos de sometimiento, resignación y pasión contenida en el recinto privilegiado de la casa en la que vive Charu con su marido, su primo y al que se incorporan, sucesivamente, su cuñada y el hermano de ella.
Legado
"Charulata" es considerada una de las mejores películas de Ray y un referente del cine clásico indio. Una cinta admirada por cineastas como Akira Kurosawa, quien afirmó que "no haber visto el cine de Ray es como existir en el mundo sin haber visto el sol o la luna".