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Hoy quiero tener un recuerdo para Donald Sutherland, fallecido este pasa 20 de junio a los 88 años. Donald, actor de origen canadiense, ha participado en más de 200 películas.

Oscar honorífico

A Shuterland le dieron un Oscar honorífico en 2017 a los ochenta y dos años y dijo a Los Angeles Time: «Nunca esperé ser nominado, nunca. La realidad era trabajar y hacer el trabajo lo mejor que podía (…) Y si el director estaba contento y teníamos conexión, entonces era maravilloso». Además, pronunció un discurso con mucho humor negro y sarcasmo donde afirmó: «No me merezco este premio. Pero tengo artritis y tampoco me la merezco, así que gracias».

También se avino a invitar a los asistentes a su funeral y más, algunas indicaciones para los organizadores de la velada: «He conseguido llegar al cuarto de baño. Para la gente mayor con vejigas pequeñas sería maravilloso que los retretes estuviesen más cerca».

Historia familiar

Donald Sutherland nació en 1935 en Saint John, una tranquila ciudad de Canadá y se educó en una familia media donde su madre era profesora de matemáticas y su padre trabajaba en una compañía de servicios; era un individuo esforzado pero frío.

Sutherland estudió ingeniería en la Universidad de Toronto y luego Formación Dramática. Después de graduarse en 1958, viajó a Londres donde asistió a la Academia de Música y Arte Dramático.

Los inicios de su carrera

En Inglaterra consigue debutar en el cine viajando a Italia en 1964, en tres papeles (incluido uno de vieja bruja) en la película de terror Il Castello dei norte vivi, protagonizada por el famoso Christopher Lee.

Posteriormente, se fue a Hollywood que le brindó su gran oportunidad con Doce del patíbulo (1967), sobre unos convictos reclutados para llevar a cabo una misión (abajo la comento). Este filme lanzó a nuestro actor al estrellato.

Éxito y vida como actor

A principios de 1970 vino la famosa M.A.S.H., ambientada en la guerra de Corea, en la que Donald hacía de cirujano brillante pero desobediente y rebelde. En el rodaje Robert Altman aconsejó la improvisación, lo cual benefició a nuestro actor, por su habilidad en este terreno. La peli resultó un fenómeno cultural considerado un clásico antisistema. 

En ese mismo año vino Los violentos de Kelly, la tercera película en la que hacía de militar pintoresco. Un grupo de soldados americanos con un plan para robar un cargamento de oro de los nazis.

Con pinta también de hippie y de nuevo en aquel 1970, hizo: Alex in Wonderland, donde interpretaba a un cineasta que afronta la presión de superar el éxito de su debut, dirigida por Paul Mazursky.

Mucho mejor o sensacional fue Johnny cogió su fusil (luego la comento), Sutherland no hacía de soldado sino de un Jesucristo que aparece en visiones al pobre protagonista mutilado.

Otro éxito para él fue Klute (1971), dirigida por Alan J. Pakula, donde interpretaba a John Klute, un detective que investiga la desaparición de su mejor amigo. Donald mostró lo mejor de él en el papel principal de un investigador cuya vida interior es tan misteriosa como el caso que trata de resolver (luego la comento).

Vendría luego la escalofriante película: Amenaza en la sombra (1973), un thriller paranormal de Nicolas Roeg donde hizo de historiador, cuya pareja tiene visiones inquietantes de su pequeña hija ahogada con un impermeable rojo: obra maestra del horror psicológico.

Poco después participó en Como plaga de langosta (1975), de John Schlesinger, donde hacía un hombre de mediana edad, apocado, introvertido y reprimido.

Sutherland volvió a Italia para dos películas de legendarios cineastas italianos: Novecento (1976) drama histórico de Bernardo Bertolucci, donde hace de fascista y pedófilo italiano; y Casanova (1976), biografía del escritor Giacomo Casanova, famoso por sus conquistas.

En 1978 participa en: La invasión de los ultracuerpos, que funcionó bien en la taquilla. También por aquel entonces se estrenó El primer gran asalto al tren (1978), dirigida por Michael Crichton, un golpe perfecto, cinta simpática y bien hecha. Es desopilante recordar la cara de Sutherland haciendo de cadáver. Y llenó su currículum con películas como Ha llegado el águila (1976), como nacionalista irlandés en un complot nazi para secuestrar a Winston Churchill (la comento abajo).

En Gente corriente (1980), con la dirección de Robert Redford fue mencionado a los Globos de Oro en una obra que ganó muchos premios (incluido el Óscar a la mejor película, al mejor guion y a Redford como mejor director). Sutherland está magistral como padre que intenta mantener unida a su familia después de la muerte accidental de su hijo por ahogamiento. Miradas y gestos de Donald para expresar en forma intensa el penar de su personaje.

En El ojo de la aguja (1981) hacía de espía nazi afincado en Inglaterra y apodado «la aguja» porque mataba con un punzón. Trama interesante y parcialmente basada en hechos reales: un espía descubre los engaños de los aliados para desorientar ante el eventual desembarco de Normandía. Donald se trasmuta en un ser maligno, especie de psicópata terrorífico. También encarnó al pintor Paul Gauguin en la producción Lobo salvaje (1986).

Durante los ochenta decae la popularidad de Sutherland por el auge de las pelis de acción. Pero hizo películas, algunas de las cuales fueron muy comentadas, como Una árida estación blanca (1989), filme de avanzadilla sobre el racismo en Sudáfrica.

En los años noventa tiene unas tomas muy recordadas por su virtuosismo en su monólogo en JFK: Caso abierto (1991), la película de Oliver Stone sobre una conspiración en el asesinato del presidente J.F. Kennedy. Quince minutos seguidos hablando sin parar y no aburrió. También participó en Seis grados de separación (1993), en Citizen X (Ciudadano X) (1995), de Chris Gerolmo o un cameo en Conspiración en la sombra (1997), de G. Pan Cosmatos.

Los finales de su trabajo

Ya cada vez más canoso y de blanca melena, Sutherland se convirtió en una especie de eminencia gris en películas como Tiempo de matar (1996); Sin límites (1996); The Italian Jobs (2003); fue uno de los ancianos en Space Cowboys (2000), de Clint Eastwood, y fue el patriarca de la familia Bennet en la adaptación cinematográfica de 2005 de Orgullo y prejuicio de Jane Austen, dirigida por Joe Wright.

De sus muchos papeles posteriores, el más notorio fue el despótico y ceñudo presidente Coriolanus Snow en la franquicia Los juegos del hambre, a partir de 2014. Películas, ambientadas en un futuro postapocalíptico y basadas en la novela de S. Collins. La mejor oferta (2013), de G. Tornatore. Y no quiero olvidar una película que me gustó mucho: El viaje de sus vidas (2017), que fue comentada en esta sección.

Vida privada

El primer matrimonio de Sutherland fue con la actriz Lois Hardwick y terminó en divorcio en 1966. Igual ocurrió con su segundo matrimonio, con la activista de izquierdas Shirley Douglas. A principios de los 70, después de terminar su romance con la Fonda, comenzó una relación perdurable con Francine Racette, una actriz con quien acabó casándose y viviendo a caballo entre Francia, Estados Unidos y Canadá.

Además de su esposa, están los gemelos de su segundo matrimonio, la estrella de cine y televisión Kiefer Sutherland y Rachel Sutherland; tres hijos de su tercer matrimonio, Roeg, Rossif y Angus Sutherland; y cuatro nietos.

Algunas películas destacadas

Quiero reseñar algunas de las películas que en mi memoria guardo de este gran actor. Ni son las únicas ni las mejores, sólo las que más me divirtieron o me emocionaron en su momento.

DOCE EN EL PATÍBULO (1967). Película emblemática de ficción sobre la II Guerra Mundial. Nos encontramos con el comandante Reisman (Lee Marvin), un oficial del ejército distinguido por su heroicidad en la campaña de Italia.

A Reisman le encargan una misión casi suicida. Debe convertir a un grupo de peligrosos militares presos, en una especie de comando de élite.

La operación consiste en lanzar un grupo de paracaidistas cerca de una mansión en Rennes (Francia), en la que disfrutan de vacaciones oficiales del alto mando alemán. La acción consiste en tomar por sorpresa la fortaleza y causar la muerte del mayor número de oficiales alemanes, para desmoralizar al enemigo.

Una vez que conoce a sus peligrosos hombres, con la ayuda del sargento Bowren (Richard Jaeckel) inicia el entrenamiento, sabiendo ganarse a la tropa con mano dura, pero justa.

Llegado el momento ya todos tienen el plan en sus cabezas como una letanía, al milímetro, una cantinela que recitan sin cesar: llegar al puente, centinelas fuera, coche a la entrada, etc.

Sin embargo, algunos imponderables hacen que el plan se venga abajo, lo cual les obliga a improvisar para cumplir su objetivo.

Robert Aldrich (1918-1983) dirige esta peli bélica a modo de aventura, tipo western, que resulta ser muy entretenida y con todo tipo de aventuras; una cinta como para pasarlo en grande.

Tiene un excelente guion de Nunnally Johnson y Lukas Heller que cumple su cometido de mantener la atención y distraer. Es una historia original, cuya trama nos envuelve hasta el final.

Genial Marvin, que maneja todos los registros interpretativos como comandante en jefe. Además, cuenta con actuaciones de Telly Savallas (fanático y psicópata sexual evangelista americano); el gran Donald Sutherland con su mirada torcida de homosexual con carisma y tendente a hacer el idiota; Donald se ganó al público con ese papel; Charles Bronson, John Casavettes; Ernest Borgine y George Kennedy, entre otros.

Obra maestra del género y llena de personajes inolvidables, especies de antihéroes llenos de personalidad y carisma.

 

KLUTE (1971). Vi esta película en su estreno en España y acabo de volver a verla en la TV. Ya en aquellos entonces me pareció interesante y la verdad, sigue siéndolo en estos tiempos.

Es una película de intriga y drama dirigida por un gran Alan J. Pakula. Está protagonizada por una estupenda Jane Fonda (Oscar) en el rol de una prostituta de lujo en busca de su propia identidad, junto a ella un detective singular protagonizado Donald Sutherland.

La trama se desarrolla en Nueva York, donde un hombre ha desaparecido sin dejar rastro. Klute (Sutherland) es el detective encargado de investigar esta desaparición y hay también un policía íntimo amigo, que encuentra una pista en las cartas que aquél le escribía a una prostituta llamada Bree (Fonda).

Klute va a verla para interrogarla y surge entre ellos un apasionado amor. En tanto, Klute prosigue sus investigaciones en los bajos fondos y empiezan a aparecer prostitutas drogadictas asesinadas… y surge la sospecha.

Este policial fue muy celebrado en su momento e incluso fue considerado como “la obra maestra” de Pakula.

La película es un retrato fascinante de la sociedad estadounidense de los años ‘70, y la trama es emocionante. Cuenta con una música de Michael Small, que incluye la canción It’s Not Easy Being Green, de Kermit the Frog.

Thriller agudo, hábil, entretenido y con algunas escenas meritorias que envuelven de intriga la historia.

 

JOHNY COGIÓ SU FUSIL (1971). Trumbo, escritor, guionista, y director de cine nacido en Colorado (EE. UU.) en 1905, firmó como guionista y director esta, su único largometraje.

Trumbo construye un filme escalofriante sobre un joven de nombre Johnny, soldado en la I Guerra Mundial, a quien una bomba ha convertido en un mero tronco, sin rostro: sin visión, ni oído, ni olfato, alimentado por vía nasogástrica, sólo por el tacto se podrán comunicar con él.

El guion del propio Trumbo, adapta su novela homónima, una historia cargada de reivindicación, humanismo y antibelicismo, y una apología de la eutanasia en casos tan extremos. Del maltrecho soldado sólo se insinúa en la película su tronco tapado con una blanca sábana.

El cuadro actoral es muy bueno con un magnífico Timothy Bottoms en su primera película. Marsha Hunt y Jason Robards están sensacionales en los roles de los padres de Johny. Y un Donald Sutherland genial como un Jesucristo que se le aparece en visiones al protagonista; su interpretación madura y medida y su enorme presencia y la naturalidad con la que se ponía en la piel del Mesías, convirtieron sus intervenciones en algo inolvidable para la posteridad.

Hay otros artistas como Kathy Fields, como la novia de Johny. Charles McGraw, el padre de Kareen. O Diane Varsi, la joven enfermera que se apiada del mutilado con todas sus ganas y todo su amor, y que se comunica con él por el tacto (luego descubrirían el Morse).

La película es tremenda, el espectador sufre con lo que ve y oye, y se identifica con esa mínima expresión humana que es Johnny. Es una de las películas más duras de la historia del cine. Ejemplo de crítica a la guerra.

 

HA LLEGADO EL ÁGUILA (1976). Película que se desarrolla en plena Segunda Guerra Mundial, dirigida por John Sturges y protagonizada por Michael Caine, Donald Sutherland y Robert Duvall.

La trama gira en torno a un comando alemán que planea secuestrar al Primer Ministro inglés, Winston Churchill, durante su estancia en un pueblo del Condado de Norfolk.

La historia se basa en una idea ficticia, guion de T. Mankiewicz, que adapta la novela de J. Higgins. Su poder narrativo y las interpretaciones enganchan. A lo que se une la música sensacional de Lalo Schifrin.

Michael Caine brilla en su papel como el meticuloso Coronel Stainer, mientras que Donald Sutherland interpreta a Liam Devlin, un miembro del IRA encantado de acabar con Churchill y que acaba enamorado. Duvall es el Coronel Radl, el responsable de la operación.

Es una película sencilla y de bajo presupuesto en la cual nuestro actor homenajeado, brilla en su papel.

Artículo más extenso en revista de cine ENCADENADOS.