Momento de la tangana en el pasado pleno de noviembre.
Desgraciadamente vivimos rodeados de la mentira, la real, la imprecisa, la de distinto cristal y la velada, todo nuestro mundo se rodea de tan fea postura, de forma que, y aunque nos pese, forma parte incluso del deber profesional.
Pocas veces en un juicio la verdad vence a la mentira, motivo por el que los jueces se basan en las pruebas para discernir cual es la verdad. Y ello nos conduce a que el arma contra la mentira es la prueba de la verdad.
En cualquier ámbito de nuestra vida nos vamos a encontrar con mentiras, que deben ser objeto de estudio, siendo rebatidas con la verdad, de forma que demostrándola dejaremos en ridículo a quien mintió, saliendo a la luz la verdad, que, en muchos momentos queda oculta porque la verdad es que a nadie interesa, siendo más interesante la mentira que la verdad.
Llegados a este punto, qué ha de hacerse con los mentirosos, ojo, cuando se descubre su mentira… Qué hacer cuando alguien que, como ocurre con el presidente de un gobierno, dice que no pactará, promete que no contará, y luego se desdice y lo hace, ojo, una vez obtenido los votos, lo tomamos como mentira o como cambio de estrategia. Qué hacer cuando se dice que se cuenta con un equipo de expertos, y luego lo desmiente y dice que nunca existieron, no siendo ya un cambio de estrategia o una necesidad, sino una MENTIRA, con mayúsculas.
Cuál es la postura, pues bien… LA INTOLERANCIA, hasta la saciedad hemos escuchado estos días, con gestos amenazantes, la frase, que no hecha de que no se piensa TOLERAR ni una mentira más… cuál es el siguiente paso, el tiro en la nuca cuando pasee.
La nueva política, que se dedica a revivir los momentos ya olvidados y perdonados, no dejando ni a los muertos en paz, emplea el mismo lenguaje que se empleó en aquellos años, cuando la pasionaria le dijo en el congreso a Calvo Sotelo que había hablado por última vez, siendo asesinado aquella misma noche. Por eso, la lapidaria frase de que “No pienso tolerar una mentira más” no va acompañada de una demostración de la verdad, sino de la amenaza más ruin, mafiosa y bajuna… Qué será lo siguiente…