Otros que se las piran. Se van a ocasionar insomnio a otro lugar. Si en la anterior “Desde La Pasarela” hablábamos de la ausencia de noticias favorables para la ciudad, he aquí una que para nada favorece a la cultura, y aún no ha terminado el año así que todavía puede caer otra ‘alegría’ durante estas fechas tan entrañables repletas de cabalgatas… Y es que la ciudad de El Puerto de Santa María sufre una nueva ‘deslocalización’ de una actividad cultural que gozaba de importante éxito y era reconocida por muchos aficionados al género, con varios años celebrándose y siempre proyectando títulos que hacían las delicias de sus fieles seguidores.



Tras lo del mono musical “alternata” y el festival de cortos, se nos van a una localidad cercana los chicos de Insomnia para dar miedo y noches sin dormir a otros que los entiendan mejor, mientras, aquí, nos tendremos que conformar con lo que hay. Pan y circo. ¿Quién nos va a quitar el sueño ahora? El sueño que provocan, por anodinos, cansinos, repetitivos e infumables las promesas  de quienes iban a colocar a El Puerto en el lugar que se merece. A día de hoy, en el vagón de cola, oiga. Las situaciones difíciles de asimilar por la gran mayoría, como, por ejemplo, la infamia de Pozos Dulces y la ausencia de presupuestos serán nuestras pesadillas durante el próximo año,  donde unos seguirán grabándose vídeos y haciéndose fotos fardando de sus logros (…), y otros se grabarán también para mostrarnos una realidad sabida por todos. Esas y demás historias para no dormir serán nuestro festival de terror, gore y chungo. Trash. No nos queda otra.

Sí, el tuerto de tanta apatía se queda huérfano de iniciativas artísticas distintas a los sokos y desfiles de bolsos. Una pena. Suerte en su nuevo periplo a esos osados que se  propusieron y consiguieron deleitarnos durante las noches caniculares en el patio de San Agustín mediante un ciclo de cine de sustos y criaturas espeluznantes en pantalla grande.

Sea como fuere, no está todo perdido en cuanto a eventos de nivel, nos queda el chundachunda del perreo veraniego al otro lado del río para no caer en los brazos de Morfeo. Distintamente a la norma habitual, lo último mencionado no nos abandonará, con toda probabilidad se mantendrá fiel y por nada se marcharían con su música a otra parte.

Roma no pagaba a traidores, El Puerto se los busca y los encuentra.