Una casa palacio del histórico centro de El Puerto es el lugar escogido por el joven director, guionista y productor portuense José Manuel Rebollo, para el rodaje de su primera película ‘Sola’. Se trata del “salto del corto al largometraje, porque desde pequeño quise hacer una película”, argumenta a El Puerto Actualidad. De hecho, “el motivo de hacer cortos estos años ha sido principalmente por estar en contacto con el cine”.
Este joven portuense se ha rodeado de un gran equipo profesional de la provincia de Cádiz, centrándose la película en la actriz María Andrómeda, también portuense, que estará acompañada de la puertorrealeña Mabel Carrión, Asencio Salas o Ricardo Oliva, también de El Puerto. El montador de la película será Juan Gabriel García, que está nominado a los premios Feroz por la película ‘Las niñas’.
Aunque Rebollo no quiere desvelar la ubicación exacta en la que se desarrollará la película, explica que el rodaje, que comenzará en el mes de marzo, durará unas dos semanas, y se tendrán en cuenta las medidas higiénicas y de seguridad, trabajando el equipo con mascarillas, gel hidroalcohólico, y el cuidado necesario para evitar contagios. Sin duda, rodar en plena pandemia de la Covid-19 es “un reto”.
Esta película será “una mezcla de drama, con cine de miedo y algo de comedia”. A pesar de ser reticente a contar la sinopsis, explica que “se trata de la historia de una chica, Marta, que acaba de recibir una noticia complicada, pues padece un enfermedad, y antes de contárselo a su pareja por teléfono, esta la deja. Se trata por tanto de dos noticias fuertes para ella, y opta por el encierro voluntario en su casa. Pero conforme comienza su encierro, se suceden hechos paranormales que irán dando forma a la historia posterior”. Para conocer el resto del largometraje habrá que esperar hasta que esté en marcha.
El equipo, el elenco de actores y actrices están completos, y aunque cuentan con la financiación, están inmersos en una precampaña de crowdfunding ubicada en la plataforma Vercami, para cubrir dietas, transporte, y otros flecos necesarios. Dicha campaña se puede visitar en este enlace. Así, el director confía en conseguir el apoyo de cuanta más gente aficionada al cine mejor.
José Manuel Rebollo se muestra ilusionado con este proyecto, que confían en poder incluir en los distintos festivales en el mes de noviembre. “Me he planteado que pueda ser un película buena, porque creo en el trabajo que realizo y en el que hará el equipo, pero no sé si va a pegar fuerte, ni me lo he planteado”, ya que quiere seguir disfrutando del camino que supone rodar su primera película.
La actriz principal, María González, conocida en el mundo profesional como María Andrómeda, lleva catorce años dedicándose al teatro, y es la primera vez que se enfrenta al reto de formar parte del elenco de actores de un largometraje.
María confiesa que “no había actuado nunca delante de la cámara. De hecho, tenía un relación amor-odio con el cine, porque siempre me ha encantado, pero el trabajo de los actores de cine lo tenía algo infravalorado con respecto al de los actores de teatro, pero el reto y el trabajo son el mismo, porque hay una preparación importante del personaje antes de actuar”.
Pero reconoce haberse equivocado en esa valoración, asegurando que “es un trabajo súper difícil. Me ha costado mucho el cambio, y entiendo que al contrario, cuando un actor pasa del cine al teatro, tiene que pasar también”. Con todo, admite que “tengo la base del teatro y me adapto con facilidad, pero he de reconocer que me ha costado, porque en mi vida personal y en el teatro tiendo a ser muy expresiva con la cara y las manos, y en esta película me ha ocurrido todo lo contrario, porque el personaje está en un estado de shock constante y los sentimientos solo se pueden mostrar y notar en los ojos, por lo que no mover las manos, no reírme, no levantar una ceja, por ejemplo, me está costando la vida”.
“El guión me encanta”
Por otro lado, la actriz confiesa que “el guión me encanta” y ya lo tiene controlado, pues llevan ensayando desde el mes de julio. “Estoy tan hecha a mi personaje, que cuando termine la película, me despoje de él y vuelva al teatro, me va a costar”, aunque “el teatro no lo dejaré nunca, lo llevo en vena. Pero he de decir que el cine me gusta, me he sorprendido de lo que soy capaz y que me gusta. De hecho, esta experiencia me ha servido mucho, porque no veo una película de la misma forma que antes, lo hago desde dentro, desde lo que no se ve”.
En cuanto a la relación entre la actriz principal y el director, admite que “es muy cómodo trabajar con él, es sencillo de llevar. El equipo humano a la hora de trabajar es esencial y tiene que haber buen rollo, seamos o no amigos. Tiene que haber respeto, y eso lo tenemos”.