EL PUERTO.- Afanas El Puerto y Bahía multiplica sus esfuerzos a través de su personal que atiende 24 horas desde el primer día de confinamiento a sus usuarios que ascienden en sus tres áreas a más de 500 personas, única entidad en Andalucía que vela por un número tan elevado de personas atendidas por 600 trabajadores.
La entidad trabaja sin descanso estos días para proteger, atender, y llevar adelante este confinamiento de las personas con discapacidad, riesgo social y alzhéimer.
Analizando sus tres áreas sin duda las residencias de alzhéimer luchan sin descanso por atender y cumplir los estrictos y necesarios protocolos de seguridad en sus tres residencias en El Puerto de Santa María “Guadalete”, Puerto Real “Las Canteras” y Nuestra Señora de la Paz” en Chiclana. La población de mayor riesgo pero también en la cual se redoblan los esfuerzos por velar por su seguridad y salud, todos los centros han sido desinfectados por la UME Unidad Militar de Emergencias y sus trabajadores sin excepción se encuentra en primera línea del frente común, poder entre todos con todo.
Esta población que asciende a 176 mayores, con sus ilusiones, su sonrisa siempre eterna y su fe y esperanza en que todo saldrá bien, sin duda.
En cuanto al área de discapacidad son diez residencias cuyas plazas oscilan entre las 36 plazas y las diez, sumando todas ellas un número de 228 personas, personas con diferentes capacidades, sin duda otra población de riesgo que es necesario atender y proteger, pero también están dando el mayor ejemplo de integridad, responsabilidad y respeto con las normas del confinamiento, un ejemplo para la sociedad entera.
No podemos obviar además que la formación continua vía telemática con los colegios “Pili Varo” y “Mercedes Carbó” con los que se mantiene el permanente contacto y los servicios de Atención Temprana “Luis Benvenuty” y “Creciendo Juntos” que desarrollan sus profesionales desde seis hogares, porque el confinamiento no puede ni debe impedir el desarrollo de sus capacidades.
En cuanto al área de menores en riesgo social, Afanas El Puerto y Bahía cuenta con un centro de internamiento con 84 plazas, femeninas y masculinas, y dos Residencias Grupos Educativos “Aletas” y “Etrusca” con ocho plazas cada uno masculinas y femeninas así como los centros de Protección “Rociera” con 25 plazas residentes concentrados en tres centros, menores cuyas familias son ahora más que nunca la entidad y sus trabajadores.
Ellos acostumbrados a las adversidades no lo están a este escenario que dificulta bastante la intervención en todos estos casos y obliga a reinventar el día a día en los centros, pautas que se seguirían en una intervención al uso, hoy son imposibles.
La paradoja de integrar, cuando a la vez toca aislar. Estudian de manera virtual, tienen prohibidas las visitas y el único contacto que mantienen con el mundo exterior, incluyendo familiares y seres queridos, es a través de herramientas digitales como los Smartphones y webcams para paliar la soledad de los que siempre se sintieron solos.
Todo el personal de la entidad que les cuida son verdaderas heroínas y héroes poco aplaudidos en tiempos de solidaridad ciudadana.
El papel de los equipos de trabajo de todos los centros es el de normalizar ante los usuarios la situación que vivimos e informarles de cómo deben actuar, transmitiéndoles la mayor tranquilidad en todo momento, aunque es extraño mantener la distancia de seguridad con los usuarios, y a la vez, proporcionarles el afecto que tanto necesitan en estos momentos.
Recordemos que son personas que juegan con desventaja porque no tiene los mismos recursos emocionales, a veces la ansiedad y también la tristeza asoma pero son alejadas con actividades y apoyos.
El temor al contagio es la última preocupación de los trabajadores (y como sector esencial continuarán) en activo. El miedo es humano y está ahí, pero también saben cuál es su papel ahora, un ejercicio de responsabilidad loable.
A todo el equipo humano que no habría palabras para agradecer hay que añadir servicio de catering, lavandería, transportes, oficinas de servicios mínimos, equipo de mantenimiento y prevención y por supuesto todo el equipo de gerencia en vilo desde el inicio del confinamiento.
