No, no vamos a hablar de la fundación de un nuevo partido político en esta otra “Desde La Pasarela” sino de un espécimen de ciudadano de aquí que ha emergido con fuerza de unos meses acá. Y es que se trata de criaturas que han salido a la superficie después de muchos años ocultos o camuflados en otros ambientes donde sobrevivían, no obstante, tras los últimos acontecimientos acaecidos en las urnas, se han propuesto negar lo evidente por diversas motivaciones que incluyen creencias religiosas y egoísmo, o un mecanismo psicológico de defensa contra ideas perturbadoras. En definitiva, son aquellos que exhiben un negacionismo donde la premisa es negar la realidad de la problemática de la sociedad actual y, por ende, de los asuntos que nos importan a los portuenses.
Dice fulanito que menganito niega la existencia del cambio climático, de la evolución humana desde el mono, y hasta es capaz de dudar de la redondez de la Tierra -los terraplanistas-, pero, ojo, es que menganito incluso tiene la osadía de negar una situación flagrante de plena actualidad y de consecuencias funestas que producen gran dolor y sufrimiento: el feminicidio. Menganito además frivoliza tildando de “chiringuitos” a las asociaciones feministas y sobre “las mujeres que asesinan a hombres o de mujeres que se atacan entre ellas” (sic). Para mear y no echar gota.
Obviamente la violencia de género también es otra falacia para menganito y sus acólitos, mientras tanto las cifras oficiales han superado el umbral del millar de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas -en España 1.028 mujeres han sido asesinadas desde que se contabilizan cifras oficiales, en 2003-, y según un informe un total de 58 hombres fueron asesinados por sus parejas o exparejas, frente a 488 mujeres asesinadas en ese mismo periodo. La relación es una media de 50 mujeres asesinadas, y cuatro hombres. No son datos inventados. Sin duda quien esté contra tomar medidas contra esta lacra está en contra de la Constitución y de los valores de la sociedad. Su lógica es muy sencilla: afirman que el toro no sufre en la plaza y afirman que la ley sobre la violencia de género es discriminatoria porque es lo mismo la violencia de una mujer contra un hombre que al revés. No lo es, oiga. Tampoco es igual un asesinato terrorista que un asesinato, ni es igual la violencia entre dos soldados que entre un soldado y un civil, entre dos niños/as que entre una persona adulta y un/a menor. No todas las violencias son iguales. En el caso de la violencia de género, partimos de puntos diferentes, como demuestran las cifras incomparables de agresiones a mujeres y a hombres.
Y así es como menganit@ campa a sus anchas por las calles -seguramente conocid@ de usted que lee esto-, envuelto en su aura de verdad y de esplendor convencido de que todo, todo es mentira. Que su Dios le ayude.