Carmen González (Tribuna libre).- Para resolver un conflicto siempre hay que pagar un precio, aunque a veces se dan circunstancias –y más aún cuando se actúa como un tercero implicado– en las que aun pagando y cumpliendo con lo debido, uno acaba por quedarse ‘compuesto y sin novia’, como resonaba en la clásica y famosa copla del inmortal malagueño Miguel de Molina.
En este caso, el tema –por desgracia– no va de coplas ni del amplio cancionero español, sino que es algo mucho más mundano pero que afecta por igual a todos los portuenses. Me refiero a la anunciada e inoportuna convocatoria de huelga de basuras para la Motorada 2019 que acogeremos este mismo fin de semana.
Toca hablar de quién cumple y quién incumple en este conflicto que nos afecta a todos. Por un lado, el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María que ha pagado en el último año un total de 17 millones de euros a la empresa adjudicataria de limpieza, cumpliendo con su parte del contrato que rige el servicio de limpieza viaria en la ciudad.
Igualmente, el Ayuntamiento -con su alcalde David de la Encina al frente- está cumpliendo con la plantilla de trabajadores, habiéndoles subido un 5% el salario al recuperar el IPC perdido en 2012. Ya que, hay que recordar que en la legislatura anterior con Enrique Moresco como alcalde; los trabajadores se rebajaron el salario alrededor de un 7.5% para evitar el despido de 70 compañeros… en una de las habituales huelgas de limpieza que sufrió El Puerto, años atrás, por la deficiente gestión del Partido Popular. Un partido, por cierto, que en su etapa de gobierno en el Ayuntamiento ni siquiera cumplía con los pagos a la empresa de limpieza.
En este contexto, El Puerto de Santa María se ve abocado a una inminente huelga de limpieza por un conflicto particular entre trabajadores y empresa. En un tira y afloja en el que la plantilla reclama a la empresa el restablecimiento de las 35 horas laborales semanales, así como pasar las vacaciones de 30 días naturales a 22 días hábiles y aplicar subidas de salario según el IPC.
Se trata de un conflicto, que aunque particular, nos afecta a todos los portuenses, aun habiendo pagado nuestros impuestos, y el Ayuntamiento haber cumplido en sus pagos y promesas con la empresa y con los trabajadores. Y todo ello, a pesar de los esfuerzos del alcalde y del concejal de Medio Ambiente, Ángel M. González, que me consta que en los últimos 15 días han tratado sin descanso de mediar entre ambas partes en busca de una solución que no deje a El Puerto como el mayor perjudicado en plena Motorada. Como un auténtico rehén de una huelga inoportuna y que deja maniatado a toda una ciudad y Ayuntamiento que cumplen con sus obligaciones.
Sin duda, si se cumple con esta huelga, El Puerto dará una pésima imagen durante este fin de semana clave para el turismo. Con una ciudad llena de basura y falta de limpieza, que a buen seguro acarreará graves consecuencias para próximas Motoradas. Cuando además, en la bahía tenemos otros municipios como Chipiona, Sanlúcar o incluso Rota que están haciendo de la Motorada su fin de semana clave.
Por lo que, finalmente, y a pesar de cumplir… El Puerto de Santa María y su ciudadanía será el mayor perjudicado, con su alcalde David de la Encina tratando de remar contracorriente por sacar adelante la ciudad, ante un problema sobrevenido y heredado, sacando horas de trabajo de donde no las hay, y todo ello a menos de cuatro semanas de unas elecciones municipales en las que El Puerto de Santa María se juega su futuro por no verse, de nuevo, ‘compuesto y sin novia’.