El Puerto de Santa María acoge, desde este viernes 25 de noviembre y hasta el domingo 3 de noviembre, la celebración de la segunda edición de la ruta de la tapa ‘Muerde el otoño’, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos y Halloween, y la taberna marinera Tita Lola, ubicada en plena plaza de Las Galeras, se estrena presentando una tapa de estilo mar y montaña para deleitar a los exquisitos paladares de los portuenses.

Según explica el personal de esta joven taberna, que naciera este verano, se trata de una tapa que ofrece un sabor característico del otoño, puesto que es uno de los requisitos del concurso, y además tiene un toque marinero, que es la seña de identidad de este establecimiento. Así, se trata de una combinación perfecta entre la castaña y el pulpo.

El nombre de la tapa de la taberna marinera Tita Lola es pulpo a la parilla con mayonesa de algas sobre un nido de setas y castañas, al que podrán acceder todos aquellos que quieran disfrutar de una mezcla de sabores, a los que les guste deleitarse con ingredientes del mar y de la tierra.

Entre el personal de la taberna ha tenido una gran acogida, por lo que confían en que el público portuense y aquellos foráneos que vengan a disfrutar de la ruta ‘Muerde el otoño’ le den la misma bienvenida a esta tapa. De este plato destacan la presentación, la textura y los ingredientes, y confían en que será una tapa que dará que hablar entre quienes la prueben, por lo que están deseando poder presentarla en sociedad para ir recogiendo las sensaciones de la clientela.

Siguiendo con las recomendaciones con toque marinero, desde la taberna Tita Lola ofrecen una propuesta a la par interesante y arriesgada, como es la croqueta de tortillita de camarones. Aseguran que se trata de dar un nuevo enfoque a un plato tan característico de El Puerto y alrededores, y qué mejor que presentar esa tortillita de camarones dentro de una croqueta. Además, hasta donde tienen entendido, son el único establecimiento en la ciudad que la ofrecen, por lo que confían en que mucha gente se sienta atraída por esta propuesta rompedora. Otra variante es la croqueta de gambas al ajillo, pero son conscientes de que son otros los establecimientos que también cuentan con esta tapa en sus cartas, aunque reconocen que el toque del personal de cocina de la taberna hará que los comensales se chupen los dedos.

Este espacio, enclavado en un lugar tan emblemático como la plaza de Las Galeras, en el entorno del parque Calderón y la avenida de la Bajamar, en pleno centro de El Puerto, tiene otros tantos atractivos en su carta. Por supuesto, no pueden faltar los guisos marineros. El pescado frito, que es una seña de identidad de la ciudad, y el pescado a la plancha, son algunos de los platos que se pueden encontrar en este establecimiento. Y aparte de las referencias que se pueden encontrar en la carta, intentan añadir pescado del día según la oferta que encuentran en el mercado. Igual ocurre con los guisos marineros, que se harán a fuego lento en las cocinas y con los ingredientes frescos que ofrezca el mar cada día, ya que consideran interesante dejarse llevar por lo que se pueda encontrar cada día para poder ofrecer una oferta interesante.



Así, cada día hay distintas sugerencias fuera de carta con la que intentan hacerse con una clientela fija que acuda atraída por dejarse sorprender con esas propuestas con los productos que el mercado ofrezca cada día. Sin duda, una iniciativa que hace que haya platos nuevos todos los días y que confían en que contente a esa clientela que quiera innovar.

Si además los clientes quieren probar los arroces, también encontrarán, poco a poco, una variedad que irá creciendo conforme esta taberna vaya afianzándose. Por el momento ofrecen tres variedades, pero no descartan ir ampliando la carta. Así, entre los arroces que se pueden degustar no pueden faltar el marinero; el arroz negro; y otra propuesta que está gustando mucho a la clientela es el arroz con setas, habas y muslitos de codornices.

Al personal de la taberna marinera Tita Lola no le tiembla el pulso, y a pesar de que llevan tan solo unos meses abiertos al público, quieren formar parte ya del imaginario de la clientela. Confían en que cada vez haya más gente que les conozca, pruebe sus platos, sus caldos y sus sugerencias. Para darse a conocer un poco más han apostado por presentarse al concurso de la tapa otoñal y no descartan seguir implicándose en iniciativas que les hagan crecer. Además, tienen claro que con trabajo y esfuerzo podrán llegar muy lejos, y ganas para conseguirlo no les faltan.