Si como ciudadano se tienen derechos y deberes, uno de los primeros es que su Ayuntamiento preste unos servicios de calidad, ágiles, efectivos, y acordes con las competencias que le son propias.
En esta época adversa que toca vivir conviviendo con un destructor virus que amenaza con arrancar vidas, arrasar negocios y todo cuanto se pone a su paso, los servicios municipales no son ajenos a la pandemia. De hecho, debido a los múltiples contagios, bajas laborales y las dificultades añadidas del teletrabajo, los servicios municipales distan mucho de ofrecer su normal funcionamiento y acusan un marcado deterioro en plazos de gestión, de pago, o de atención a los ciudadanos. Y también en la calidad de esa atención pues al contrario que cercana, es fría, distante, y en ocasiones inexistente.

Entrada al Ayuntamiento.
Gran número de contagios en la plantilla municipal del Ayuntamiento de El Puerto, los aislamientos preventivos o cuarentenas exigidas por el SAS son una de las explicaciones más que razonables del porqué el ciudadano de El Puerto no cuenta con un servicio adecuado en sus muchas dependencias, e incluso en la atención telemática o telefónica como el que acostumbraba antes de que las consecuencias de la Covid-19 llegara el año pasado.
Son numerosas las bajas producidas en 2020 en comparación a 2019, habiéndose multiplicado también la realización de test de antígenos y PCR para el personal municipal y de servicios públicos en esta tercera ola. De hecho, gran número de directivos municipales han contraído el virus, o se encuentran en cuarentena, lo que ha afectado incluso al personal de la Alcaldía portuense.
La merma en la eficacia de los servicios públicos, está en relación con el mandato imperativo sobre la ocupación de espacios físicos departamentales. La adaptación forzada al teletrabajo donde ha sido posible, recomendación sanitaria por antonomasia, hace que mientras dicha adaptación no sea total, los diferentes departamentos no dan lo mejor de sí. Y además hay que tener en cuenta que resulta algo imposible para muchos servicios (Policía Local, Limpieza, Parques y Jardines...). Está claro que el servicio a de cara al público no será nunca el mismo que el habido hasta la 'era COVID'.

Dependencias municipales del Ayuntamiento portuense.
Atención no presencial
Por otro lado, el incremento de solicitudes de atención no presencial ralentiza la normal interacción con los usuarios y que, precisamente por el temor al contagio, ha habido un notable incremento de las consultas relacionadas con ayudas, normativas, adecuaciones, pagos, tasas, padrón... Algunos ciudadanos se quejan del colapso municipal en atención telefónica y telemática debido a la más que superior demanda de estos servicios y menor número de personas en atención debido a las circunstancias.
Por último, la incidencia del desasosiego y la incertidumbre sobre la llegada de la vacuna y nueva normalidad hace que los trabajadores públicos adolezcan de la misma ansiedad que pueda padecer cualquiera, no en vano, son personas como cualquier otra que ya llevan a sus espaldas un largo y difícil año de restricciones, pérdidas y dolor. Esto ha sido especialmente visible en personal de algunas áreas municipales que se han denominado como esenciales y no han interrumpido su ritmo de trabajo sino que lo han multiplicado en el estado de emergencia.
A la espera de la vacunación masiva y la inmunidad de rebaño que devuelva a El Puerto esa cotidianidad, el ritmo de trabajo de los servicios municipales no es el mismo que el habitual.