El Puerto de Santa María ofrece muchos atractivos para el turismo.

El Puerto de Santa María tiene un gran potencia turístico, aunque en algunos casos no esté aprovechado.

Javier Bello (Tribuna libre).- Vivimos en una ciudad que no ha dejado de ser atractiva para los extranjeros en ninguna de las etapas de la historia. Desde los Fenicios hasta los actuales cruceristas de todos los rincones del mundo, El Puerto ha resultado atractivo para la gente de fuera.

Leyendo un artículo de Juan José Iglesias Rodríguez, "Las colonias extranjeras en El Puerto de Santa María durante el reinado de Carlos IV" he podido comprobar que en todas las etapas de la historia, nuestra ciudad ha vivido inmiscuida en la cultura de aquellos extranjeros que un día pasaron por nuestras calles o de aquellos otros que decidieron afincarse en algún rincón portuense.

Es muy curioso poder observar como en 1794 por ejemplo que con un censo de 21.000 Portuenses aproximadamente, casi 400 personas eran extranjeras, siendo en su mayoría italianos genoveses, siendo los segundos en cantidad los franceses seguidos de malteses, irlandeses, portugueses o ingleses.

Sin duda una amalgama de culturas que ha venido fraguando una idiosincrasia completamente diferente a la de muchas otras ciudades españolas.

El Puerto de Santa María, siempre fue punto de atracción, o sino que se lo pregunten al Rey Sabio, Alfonso X, o al primer diplomático ruso en España que decidió dormir en la ciudad durante unos días al llegar a España.

Vivimos en un auténtico paraíso geográfico y además cultural, ya que nuestra historia nos ha hecho ser atractivos a todo aquél, comerciante en la antigüedad, Reyes en la Edad Media o señores condes y duques, descubridores, comerciantes de Indias, pescadores, pintores, escritores, poetas, artistas, que han dado como resultado obras de arte como la Basílica, la Plaza de Toros, el Castillo de San Marcos, Marinero en Tierra o La Venganza de Don Mendo.

Una ciudad que ha crecido con aires flamencos, genoveses, malteses, romanos, fenicios e incluso americanos, de la que cada día podemos aprender.

Una ciudad que ha vivido siempre con personas de fuera que un día se interesaron por nosotros, en la actualidad podemos ver a franceses, alemanes e ingleses interesados en pasar su jubilación en nuestro paraíso climático, y a americanos que vienen a trabajar como militares o de cualquier otro modo, pero que no tienen duda en afincarse en El Puerto.

El gran problema de los últimos tiempos, llega en los extranjeros que se interesan en visitarnos, pero no en afincarse, ya que llevamos 4 años con una administración local que no los atiende, no los mima, y ni tan siquiera les permite pasar un buen rato en la ciudad.

La principal causa de este problema es que no tenemos Concejal de Turismo, y esto ha conllevado a tener Fundaciones cerradas al igual que la Plaza de Toros, y un Museo que necesita inversiones, una ciudad que podría ofrecer un museo de la pesca, del vino y de la Vitivinícultura, una exposición sacra de su rica Semana Santa o una exposición de su valor histórico desde la riqueza de Doña Blanca, hasta Juan de la Cosa o nuestro poeta universal Alberti, sin olvidarnos de Muñoz Seca o Juan Lara.

Una ciudad que necesita que esos cruceristas que vienen desde Cádiz en catamarán se encuentren una ciudad que los acoja y les haga entender que El Puerto sigue siendo lo que fue, simplemente para que se vayan con buen sabor de boca y hablen bien de nosotros, para que sigan viniendo sus compatriotas y los grandes empresarios o comerciantes de sus países se interesen por El Puerto, cómo hicieron genoveses y franceses bajo el reinado de Carlos IV.