Daniel Bastida (Desde La Pasarela).- La palabra patrimonio viene del latín patri (‘padre’) y monium (‘recibido’), que significa «lo recibido por línea paterna». Pero no vamos a hablar aquí de herencias ni impuestos de sucesión sino de lo que nos fue heredado en la ciudad como bien patrimonial para que se transmita de generación a generación y pueda ser disfutado tal como lo hicieron quienes lo crearon con la idea de que fuese perdurable por los siglos de los siglos de nuestra historia. Y es que la Asociación Cultural que se dedica a la defensa y divulgación de nuestro patrimonio celebró días atrás una mesa redonda sobre el “Estado actual del Patrimonio Histórico de El Puerto de Santa María”, de casi tres horas de duración pues el catálogo de edificios ruinosos es amplio. De ahí lo extenso del acto donde concurrieron un gran número de ciudadanos a quienes les importa la situación de deterioro que sufre lo nuestro.
La interesante charla transcurrió entre eruditos en la materia, con historiadores, arqueólogos y expertos urbanistas donde se pudieron oír perlas como “hay que quemar el varadero y las tablas que quedan del Vaporcito”, o “se pudo haber tirado el Instituto Pedro Muñoz Seca para ensanchar el parque de La Victoria hasta el colindante Monasterio ” (sic). En representación de la administración no se vio a nadie en la tribuna de invitados aunque todos los dardos apuntasen hacia ella y su gestión. Tampoco se vio a ningún representante de alguna entidad bancaria como propietaria de edificios y palacios como el de Vizarrón y Roque Aguado. Y es que tiene que resultar fatal tener que ir a un sitio para que te pongan la cara colorá…Por otro lado, hubiese venido muy bien el estimable conocimiento arqueológico de la figura experta del hombre del flequillo imposible, ahora político. Como era previsible se tocaron males que ya son conocidos por todos, esto es, la dejadez y abandono, solo por encima se mencionó progresos como la rehabilitación y puesta en valor de El Hospitalito y la creación del Museo Municipal de Cargadores de Indias. Más de lo mismo. El público asistente también tuvo participación donde destacó la compinchada con la lista de quejas ya preparada y la defensa atroz del Museo Municipal que hizo un miembro del Área ante los reproches del joven Indiana Jones de la mesa. Ciertamente es posible que el servicio tenga deficiencias de horario y personal pero, oiga, esto es un museo local que no cobra por entrar, no es el nacional de La Roca subvencionado con las pounds de la corona inglesa. Cada cosa en su sitio.
Indudablemente el patrimonio cultural portuense es muy rico y está lleno de atractivos, aunque por desgracia es desconocido por buena parte de la población, no obstante su pésima conservación es un mal que viene de lejos y no es por falta de cultura, hay otros motivos muy diversos de carácter político, social, económico y administrativo con difícil solución por la falta de conectividad entre quienes deben resolverlo.
Si hay que destacar una intervención, me quedo con lo expresado al finalizar por la participante María Antonia Martínez cuando afirmó que “no se toman decisiones y hay falta de coordinación”. Ojalá pronto se puedan consolidar, restaurar, poner en valor, defender y disfrutar de todos los bienes patrimoniales que poseen las calles de nuestra ciudad porque pertenecen a todos y no pertenecen a nadie.
Ah, enhorabuena a los amigos por el tercer aniversario.