“Del delito de orientación sexual”.

“Del delito de orientación sexual”.

Jose J García de Romeu (Tribuna libre).- Teniendo en cuenta el tema, hay que tener presente que siempre alguien sacará una frase de contexto para acusar a quien da su opinión de los más horrendos crímenes. Aun así, voy a atreverme a decir que existe algo, científicamente demostrado que se llama ley natural.

Gracias a estas leyes que conforman la ley natural, desde el origen del mundo, todas las especies se componen de dos tipos de individuos, macho y hembra, los cuales, por leyes naturales encargadas de evitar la extinción, se sienten atraídas sexualmente, curiosamente, de forma selectiva, dado que no existe una atracción objetiva, sino que existe una selección sexual, influyendo factores que, a mí, siendo de letras se me escapan.

Esta ley natural, como es natural, tiene excepciones, o sea, elementos excepcionales y conforme se va desarrollando el agente se van despertando naturales sensaciones que a veces no son las mismas que desarrollan otros sujetos. Estas excepciones, ni son malas, ni una enfermedad, ni una malformación, es simplemente un capricho de la naturaleza tan válido como cualquier otro. Sin embargo, esta natural evolución, a veces no es comprendida, y conforme más evolucionado es el sujeto, y por tanto más inculto, al considerar que posee la verdad absoluta y los secretos de algo tan grande como es el ser humano.

Esta incomprensión nos lleva precisamente a la persecución, precisamente por considerar que lo que es o no es lo habitual y normal según las leyes naturales es o no es una verdad absoluta. De este modo, nos encontramos con dos grandes males de nuestra sociedad. Llegado a este punto, podemos sacar la siguiente conclusión. Es ridículo, absurdo, pensar que una persona que no sienta las inclinaciones sexuales propias del resto de los sujetos sea un ser extraño, es simplemente una persona a la que la naturaleza le ha dotado de otras inclinaciones, y no por error, ya que la naturaleza no se equivoca, simplemente puede que sea una evolución distinta, puede que sea una persona más completa instintivamente hablando, o simplemente lo que es, a mi sinceramente me da igual. Pero a la inversa, es igual de ridículo retorcer la natural evolución de personas que están en pleno desarrollo, creciendo, experimentando, explorando, diciéndoles que los instintos naturales no son tales, que existe una capacidad de elección, y que no existe el género.

No, jamás seremos libres de elegir por quién nos decantamos, al igual que no somos libres de elegir a quién amamos, ya que se trata de un sentimiento desconocido que nos lleva a fijarnos en alguien, jamás saldremos a la calle, elegiremos a alguien y diremos, me voy a enamorar de esa persona, uno jamás elige de quien se enamora.

Ciertamente nos estamos cargando el planeta, y estamos dando los primeros pasos para cargarnos a la raza humana, diciéndole a los más vulnerables, que son los menores, que son seres hermafroditas que pueden elegir la orientación sexual que quieran.

Dejemos que esta naturaleza continúe haciendo su trabajo, dejemos que la inocencia siga su curso y se apasione descubriendo, eduquemos para que sientan curiosidad y dejemos que el instinto haga su trabajo, y sobre todo, sobre todo, eduquemos para que nadie jamás cuestione a la naturaleza en cualquiera de las inclinaciones que cada cual en su libre albedrio tomo el camino que su instinto y su conciencia le dicte.

 

Jose J García de Romeu Ruiz

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garciaromeu@icadiz.net