“Nuestra harina El Vaporcito siempre apoya la cultura, el deporte y el arte”.

Hablo en esta entrega de dos iconos del pop rock granadino, en sendas películas, la primera de las cuales ha sido propuesta por la Academia del Cine de España para representar a nuestro país en los próximos premios Oscar.

Hablo, así, de Segundo premio (2024), de I. De la Cuesta, sobre el grupo Los Planetas; y Cruce de caminos. Un documental sobre Miguel Ríos (2022), de L.M. Fernández y L. Mengs, sobre el reconocido roquero.

SEGUNDO PREMIO (2024). Estamos en los años ’90 en Granada, echaban humo los pubs de la calle Pedro Antonio de Alarcón, también de Plaza Nueva, y discotecas o tugurios como el Planta Baja o el Pata de Palo donde se fumaban muchos porros y se bebía a discreción.

En esos años, para mi recuerdo y según nos muestra la película, un grupo de música vive sobre el filo de la navaja. Nacían Los Planetas, banda indie rock granadina. Melodías dulces, guitarras grunge, amateurismo y letras opacamente introspectivas.

Pero no pintan bien las cartas: la bajista May (Magnin) ha decidido dejar tanto a su novio, el cantante (Ibáñez), como a la banda para volver a la universidad. El grupo también necesita un nuevo baterista; el cantante atraviesa una crisis artística; el Guitarrista (Cristalino) se autolesiona y se pasa de rosca con los estupefacientes.

El sueño de la banda es ir a Nueva York a grabar, pero el sello discográfico se niega a aportar el dinero. No es ninguna revelación decir que Los Planetas finalmente llegan allí y que el álbum resultante, “Una semana dentro del motor de un autobús” de 1998, es un clásico de la música española.

Cuenta la peli lo que le pasó al grupo de rock granadino mientras confeccionaba el mencionado disco estrella. Mientras lo hacían se pelearon, se partieron en dos.

Dirección, guion y otros aspectos técnicos

La dirección Isaki de Lacuesta y Pol Rodríguez resulta atrevida y reconfortante, conducida por el guion del propio Lacuesta y Fernando Navarro (biografía sobre Los Planetas).

Lacuesta, que durante el rodaje pasaba por un momento delicado declaró que el rodaje estuvo mediatizado por la enfermedad de su hija. Por desgracia su hija Luna murió y la película está dedicada a ella.

El reparto está compuesto por actores, la mayoría varones, que en la realidad son músicos pues como Lacuesta–Rodríguez dicen, era muy difícil captar escenas de ensayos y conciertos con actores que no conocen los instrumentos ni el oficio. Las sesiones de ensayo se sienten muy auténticas.

La puesta en escena y la recreación de locales y ambientes de la Granada de aquella época son admirables, la terraza de la cafetería de la Facultad de Filosofía y Letras, algunos rincones del Albaicín, tugurios de aquellos entonces, es asombroso, archi-reales.

Sensacional fotografía cuasi sepia de Takuro Takeuchi que nos devuelve a ese tiempo y, además, el trabajo de cámara Takeuchi es inquieto y fluido, como el estilo general de la película. Envolvente y sensacional la música de Susana Hernández “Ylia”, y por supuesto las canciones de Los Planetas.

La leyenda de Los Planetas

Cada uno de los componentes de la banda cuenta, en off, sus propios recuerdos de esta historia, cada uno parece desafiar la verdad de los recuerdos de los demás. Escenas del pasado, presente y futuro chocan, restallan y resuenan. Encuadrado todo en un marco de poesía visual que atrae y seduce.

En pantalla, todo lo que se oculta detrás de su leyenda, las complicadas relaciones entre ellos, sus acuerdos y discrepancias, sus tensiones, sus heridas, sus divisiones, conflictos no resueltos, algunos misterios, buenos y malos momentos como grupo y como amigos. Todo esto a través de una narrativa que se atreve a ir más allá del biopic convencional.

Más allá de Granada

Uno de los personajes exclama que Granada es la única ciudad española con el nombre de un explosivo. También se dice que de Granada sólo se puede salir por el cielo (en alusión a Lorca).

De otro lado, el espectador no tarda en apercibirse que esta ciudad antigua, nada explosiva, de calles estrechas y una atmósfera de piedra y monumento, se siente en extraño contraste con la vanguardista música del grupo.

Una escena asombrosa muestra a los músicos mirando con admiración y espiritualidad la imagen de un Cristo (el de los gitanos) durante las procesiones de Semana Santa. A la vez dan la sensación de que están tratando de escapar y volar a New York, siendo esclavos del peso de las tradiciones de la ciudad.

El guion de Lacuesta y Navarro, encuentra espacio para pequeños/grandes homenajes a Granada, bien por el poeta Federico García Lorca –quien igualmente soñó con Nueva York– o del cantaor de flamenco Enrique Morente (con una obra maestra de fusión rock/flamenco que influyó en la banda); en fin, un libreto lleno de matices granadinos evidentes.

Aunque la película toma sus referentes de Granada, la ciudad natal de la banda, y su cultura, las muchas virtudes de esta obra viajarán seguro más allá de una audiencia local e incluso nacional.

Trayectoria que se verá favorecida por los premios que ha conseguido en el Festival de Cine de Málaga: Biznaga de Oro (Mejor película), y Biznagas de Plata a Dirección (Lacuesta-Rodríguez) y Montaje (Javier Frutos) en su estreno mundial… A ver si le conceden el Oscar.

Publicado en revista ENCADENADOS.

 

CRUCE DE CAMINOS. UN DOCUMENTAL SOBRE MIGUEL RÍOS (2022). Miguel Ríos es una de las figuras más importantes del rock en España desde los años 60. Ríos popularizó el rock & roll por una pasión por la música. Esta acompaña a Ríos por un viaje a 33 revoluciones por los surcos de su vida.

Estamos ante un documental biográfico de Luís Miguel Fernández y Luís Mengs que quiere retratar al cantante y compositor Ríos, con sus luces y sombras. Como declararon en su presentación en el Festival de Málaga, recoge su dilatada carrera de más de cuarenta años desde que comenzara en Granada.

En el filme se alternan datos biográficos y grabaciones de sus actuaciones musicales con opiniones de actores, cantantes, escritores, músicos y políticos. Entre otros Javier Bardem, Ana Belén, Manolo García, Rosendo, Raphael, Manuel Vicent, Kiki Morente y Víctor Manuel.

Nace Miguel Ríos en Granada en 1944 y ya desde niño comienza a sentir afición por la música, cautivado como estaba por la popular canción italiana Maruzzella, que cantó Renato Carasone. Al finalizar sus estudios con los Salesianos y hacer diversos oficios, descubre la sección de discos de rock en un comercio de la ciudad: Almacenes Olmedo.

Con apenas 16 años marchó a Madrid y comenzó a cantar baladas y temas pop. También hace sus primeras grabaciones en discográficas como Philips e Hispavox.

Cruce de caminos recoge sus primeros éxitos en 1968 con la canción El río, compuesta por Fernando Arbex, y su gran tema Vuelvo a Granada, cambiando poco a poco de canciones pop a temas de rock.

El documental también recoge su breve paso como actor de cine en dos películas. Pero no era lo suyo. Así, siguió cosechando grandes éxitos con su etapa de cantautor, como gabó su versión en 1969 del Himno a la Alegría de Ludwig van Beethoven.

Según cuenta Carlos Barea, su productor musical varios años, su evolución hacia el rock fortaleció la formación de su grupo. En 1970 gira al rock sinfónico y dos años después hace su gira Conciertos de rock y amor.

De 1974 a 1977 hace canciones con aires hippies y mezclas de rock y flamenco. Tras un año, organiza la gira La noche roja, donde actúa junto a grupos como Triana, Iceberg, Tequila, Salvador y Guadalquivir.

En 1979 publica su conocido tema Los viejos roqueros nunca mueren y luego grandes éxitos como Santa Lucia y Año 2000. El documental, con guion de L.M. Fernández va contando paralelamente los cambios sociales y políticos y el triunfo en 1982 del PSOE.

De 1983 en adelante vendrían El rock de una noche de verano, Bienvenidos y Blues del autobús. El documental sigue detallando su trayectoria con la recopilación de sus giras por España y el extranjero, sobre todo Latinoamérica.

En 1996, tras cinco años varado, sale Como si fuera la primera vez y realiza con Juan Manuel Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel la gira: El gusto es nuestro, con enorme éxito de público por España; luego lo retomaría exitosamente en tierras latinoamericanas.

Continúa con otra nueva canción de despedida, Bye, bye, pero sin llegar a retirarse. El documental recoge incluso grabaciones de sus muy recientes actuaciones en el Wizink Center de Madrid, 2022, con su Concierto Miguel Ríos 40 Aniversario, Rock&Ríos en Madrid.

Como dicen varias de las personas intervinientes en el documental, Miguel es un tipo legal, con gran calidad personal, honesto consigo mismo y con su equipo de trabajo.

En suma, un documental que es un extenso reportaje que sigue los cuarenta años de carrera como cantante de Miguel Ríos. A través de fotografías, grabaciones y testimonios personales de diferentes personajes conocidos, vemos la evolución de su carrera musical, hasta 2022.