La comunidad educativa del CEPER La Arboleda Perdida se concentró este martes ante las puertas del Ayuntamiento, para reclamar soluciones a la Concejalía de Educación y gritar su descontento ante el alcalde Germán Beardo.

El CEPER La Arboleda Perdida, con más de 35 años a sus espaldas, lleva meses sin servicio de portería. Lamentando, además, que la seguridad se encuentra comprometida teniendo que ser el el propio personal docente el que tiene que abrir, cerrar y garantizar la seguridad de un edificio educativo usado por casi 900 personas.

Otro aspecto que demandan es el de la falta de limpieza en el centro, al no contar con suficiente personal por recortes en el horario, lo que hace que los baños se conviertan "en auténticos basureros".



Igualmente, el mantenimiento exterior del edificio es lamentable, dando sensación de abandono, denuncian. "Pero si mal está el estado exterior, igual o peor está el interior del edificio", lamentan. A la histórica falta de ascensor que condiciona la accesibilidad de la planta superior para personas con movilidad reducida, se suman las múltiples filtraciones, goteras y las manchas de humedad y de mohos que convierten la estancia en esas clases en auténticos desafíos a la salud del profesorado y del alumnado.

Por su parte, desde Marea Verde, exigen que "se cumplan los compromisos con la Educación Pública y que los esfuerzos municipales se centren en la dignificación de los centros de titularidad pública".