El Gobierno andaluz ha descartado este martes que se vayan a endurecer las restricciones para la Semana Santa tras el freno del descenso de los datos de covid y ha pedido al Ejecutivo central que se intensifiquen la vigilancia y los controles de movilidad para tener mayor seguridad.
Así se han expresado tanto el vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Cs), como el consejero de la Presidencia y portavoz, Elías Bendodo (PP), en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, en la que han insistido en que los datos de ingresos e incidencia acumulada se encuentran en una "meseta".
Marín ha descartado que se puedan poner en marcha medidas más restrictivas y ha sostenido que la comunidad mantendrá lo aprobado la pasada semana siguiendo la recomendación del comité de expertos, que supone mantener el cierre de cada una de las provincias y ampliar horarios comerciales y de hostelería.
Ha recordado que cada comunidad autónoma "tiene una situación sanitaria" pero ha pedido a todas que cumplan "la norma única" aprobada en el Consejo Interterritorial de Salud para la Semana Santa, que pasa por la prohibición de los movimientos entre autonomías.
El vicepresidente andaluz ha asegurado que confía "plenamente" en la responsabilidad de los ciudadanos que se desplazan y ha destacado que "la inmensa mayoría lo hace por los motivos que están autorizados", pero ha recordado que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado "tienen la obligación de poner todos los medios humanos y materiales para comprobar que se cumplen las normas".
Por su parte, Bendodo ha destacado que los andaluces tienen restringidos los movimientos dentro de la comunidad pero que siguen llegando turistas a través de los aeropuertos, por loi que ha pedido al Gobierno, a quien corresponde su gestión, que "intensifique la vigilancia y los controles" en estos espacios.